No hay gran incidencia en el país de mortalidad a causa de fumigaciones, pero el impacto en las infecciones respiratorias es importante, sobre todo si no se aplica profesionalmente, dijo ayer la doctora Marli Núñez.

Una persona puede incluso morir por contacto o inhalación de sustancias tóxicas al fumigar, por lo que debe haber una supervisión del Ministerio de Salud Pública. La pediatra neumóloga se refirió a dos muertes por fumigación ocurridas esta semana en el Este del país. Es probable, se explicó, que haya habido algún contacto con el tóxico o talvez inhalación. La especialista expuso  estos criterios, tras participar como conferencista en los congresos que desarrolla la Sociedad Dominicana de Pediatría, en el hotel Dominican Fiesta. En el país existe la cultura de que las personas gustan aplicar fumigación ante brotes de enfermedades como el dengue y la malaria, esto puede tener implicaciones a la salud si no está debidamente  supervisado. Epidemiólogos y salubristas han advertido en numerosas situaciones en torno a las consecuencias de fumigar sin la debida supervisión por parte del Ministerio de Salud Pública.

Una situación. Dos turistas uruguayas fallecieron en una clínica de la localidad turística de Juan Dolio, a donde habían sido trasladadas con mareos y desmayos desde un edificio de apartamentos cercano, que  había sido fumigado Ana Beatriz de los Santos, de 68 años, y Nuris Beatriz, de 66, murieron por intoxicación, dijo a Hoy una fuente del Instituto de Patología Forense, pero no se ha identificado cuál era la sustancia que contenía el insecticida.