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POR LEONORA RAMÍREZ S.
Cuatro hoteles del complejo turístico Juan Dolio reiniciarán sus operaciones en diciembre del 2005, ya que son remodelados no solamente para mejorar el servicio, sino para adaptarlos a un proceso de desarrollo inmobiliario que empuja el incremento de los costos del sector, según explicó Radhamés Martínez Aponte, director ejecutivo de la Asociación de Hoteles de Juan Dolio.
El empresario turístico especificó que los hoteles El Gran Caribe, Playa Real, Star Fish Resorts (conocido anteriormente como Metro Hotel y Marina) y el Decameron Club, que tienen una oferta de 1,300 habitaciones de las 4,200 que ofrece Juan Dolio, están cerrados al público por las reparaciones que se realizan en los mismos.
Respecto a la modalidad inmobiliaria explicó que hoteles de otras zonas del país también han recurrido a esa alternativa, que consiste en la conversión de habitaciones por apartamentos para su posterior venta, dadas las desventajas que tiene el sector con relación al esquema fiscal vigente.
«Sin que todavía se implemente la nueva reforma fiscal ya la actividad turística está afectada, la cual se agravó con la aplicación de la tasa de cambio, ya que los costos de los hoteleros se corresponden con una prima de RD$40.0 por US$1.0, mientras los ingresos en dólares los tienen que cambiar a una tasa de RD$30.0 por US$1.0.
«Eso significa la disminución de un 25% de la rentabilidad, solamente por la aplicación del diferencial del dólar», expresó Martínez Aponte.
El esquema inmobiliario siempre ha existido en el país, pero no con tanto auge, precisó, al destacar que algunos hoteles utilizan el sistema de tiempo compartido, mediante el cual el usuario compra el derecho de pasar una semana al año en la instalación, durante varios años.
Si se trata de la compra de un aparta-hotel el adquiriente firma un contrato de operación con el hotel, para que este lo maneje, expresó.
«Ese sistema de comercialización existe desde hace unos 30 años en Estados Unidos, y ha sido muy exitoso».
Juan Dolio, una zona turística ubicada perteneciente a San Pedro de Macorís, ocupa el tercer lugar de importancia entre los polos turísticos de la región Este, detrás Punta Cana-Macao Bávaro, y Romana-Bayahíbe, de acuerdo con Martínez Aponte.
