La comunidad educativa de liceo Juan Pablo Duarte y los vecinos del barrio Villa María mostraron preocupación por el almacenamiento de más de 20 toneladas de Dicloro Difenil Triclorestano (DDT) en el Centro de Control de Enfermedades Tropicales (Cencet), cerca del plantel.
El insecticida, que no se descompone y que causa envenenamiento agudo y crónico en los seres humanos, lleva 20 años almacenado en el lugar.
Aunque no sabían de la existencia de ese producto, menos de la peligrosidad para la salud humana, los directores del centro, donde estudian más de tres mil estudiantes y los vecinos más cercanos al centro donde se guarda el DDT solicitaron a la secretaría de Salud Pública trasladar de inmediato ese veneno, ya que está en riesgo la vida de miles de personas.
María Medrano, directora del centro educativo en la tanda matutina, y José de los Santos Reyes, director regente, solicitaron a Salud Pública el traslado inmediato del DDT del lugar, debido a la gran población que rodea el sitio.
Coincidieron en que desconocían de la existencia de ese veneno, almacenado a pocos metros del liceo y en medio de cientos de vecinos de Villa María y Villa Consuelo, y expresaron que las autoridades sanitarias no deben demorar para retirar el producto.
Los que más preocupación mostraron fueron los residentes en las calles Osvaldo Basil y José Martí, dos de las vías que limitan el Cencet, además de la avenida Duarte.
Nino Frías y Jorge Alberto advirtieron que están dispuestos a protestar junto a los vecinos si las autoridades de la secretaría de Salud Pública no toman una rápida decisión al respecto.
Las claves
1. Correr riesgo
La comunidad educativa del Liceo Juan Pablo Duarte y los vecinos del Cencet reaccionaron indignados cuando fueron enterados de la existencia de material tóxico en sus propias narices.
2. Veinte años
El material fue importado desde Indonesia en 1989 por Salud Pública y almacenado debido a que un decreto prohibió su uso en 1991 porque producía parálisis en diferentes órganos del cuerpo.