WASHINGTON. AP.  La elección como presidente de Barack Obama, de padre africano y madre blanca, ha generado una serie de reacciones de corte racista en Estados Unidos, con cruces quemadas, lemas llamando a su asesinato coreados por niños pequeños e insultos pintados en casas y automóviles.  Los incidentes en todo el país han manchado las esperanzas de avances y armonía racial traídas por la elección, señalando cuán enraizado se encuentra el racismo en Estados Unidos. 

Desde California a Maine, la policía ha documentado diversos actos, desde vandalismo hasta amenazas, con al menos un ataque físico.  Uno de ellos fue en Snellville, Georgia, donde Denene Millner dijo que un niño le manifestó a su hija de nueve años “espero que sea asesinado Obama”, mientras viajaban en el autobús escolar.

Esa noche, alguien destruyó el jardín de la casa de su hermana, dañó los letreros en favor de Obama y dejó dos cajas de pizza con excremento humano ante la puerta.  Millner, quien es negra, dijo sentir una mezcla de ira y temor por lo ocurrido.  “No puedo decir que cada persona blanca en Snellville es mala”, dijo.