POR LLENNIS JIMÉBEZ
Con la cuenta en cero, el edificio abandonado, parte del mobiliario destrozado y una deuda de electricidad por alrededor de tres millones de pesos, fue encontrado el Museo Nacional de Historia Natural, por cuyas debilidades la galería no ha podido abrir sus puertas al público desde hace dos años.

La entidad dedicada a la adquisición, conservación, estudio y exposición de los distintos elementos del ecosistema dominicano, tiene un déficit financiero del doble de los recursos recibidos mensualmente y para agravársele más su situación, al precario presupuesto del año 2005, de más de RD$11 millones, este año fueron rebajados 20,000 pesos, explicaron sus autoridades.

Sin embargo, desde diciembre del 2005, el Museo Nacional de Historia Natural se enrumbó por el camino de la recuperación, con la labor tesonera de su subdirector y director en funciones, ingeniero Santiago Torres, quien lo acondiciona para atraer el interés del público a partir del mes de junio, cuando tiene previsto reabrirlo.

Torres admite que encontró el lugar en ruina. Además, dijo que le fueron sustraídos algunos equipos y electrodomésticos, como un televisor, muebles,  un fax y una nevera ejecutiva del área de la dirección, así como parte de los libros de la biblioteca.

Para la nómina de los 66 empleados y la inversión en mantenimiento precisan por lo menos de un millón de peso adicional todos los meses. Esta semana, solicitó al gobierno un presupuesto adicional a lo asignado de más de RD$40 millones. “Necesitamos como un millón y pico al mes”. Expresó que al momento del actual gobierno asumir la conducción de la institución, el Museo se encontraba severamente deteriorada, con la museografía y exhibiciones desactualizadas y, carente de recursos para emprender la labor de restauración, actualización y mantenimiento del edificio.

Afirma que en menos de cuatro meses ha restaurado el 80% de las áreas del Museo, pagado la deuda contraída con Distribuidora de Electricidad del Este (Ede-Este), actualización de los datos referentes a las exhibiciones y reorganización de los espacios. Se le han gastado cerca de tres millones de pesos en rehabilitación.

Durante un recorrido por el Museo, construido en 1974, abierto ocho años después y sometido ahora a su primera etapa de conservación de sus piezas, Torres mostró la deficiencia con que encontró las vitrinas de exhibiciones. El sistema energético fue instalado, pero algunas áreas permanecen oscuras, como la de biodiversidad, debido a que la reparación conlleva tiempo.

Torres, designado en el cargo en septiembre del 2004, encontró el personal sentado en la puerta del Museo, incluyendo a su director, el fallecido Fernando Luna Calderón.

Pese a que no le interesa tocar lo concerniente a la pasadas dirección, tiene el convencimiento de que es falsa la supuesta contaminación que se dijo tenía el Museo, que enfermaba el personal y que habría costado la vida a su director. Adujo que el personal de zoología que opera en el sótano, área que debió ser la más contaminada, no estaba enfermo.

Todavía se aprecia el desastre que afectó al Museo en sus cuatro niveles. La recepción luce desolada, la primera planta, sometida a acondicionamiento, aloja muebles y material de venta; al segundo piso, al igual que el tercero y sótano se le concluyen los trabajos más importantes, como es la conservación de las piezas en vitrinas.

Acabar la Ruina

El desastre imperante en el Museo Nacional de Historia Natural Torres lo describe en la suciedad que había tanto en las paredes como en las exhibiciones de las nueve salas, en los más de diez camiones de escombros sacados, los muebles inservibles y materiales bibliográficos acumulados, con mucho polvillo, lo que llevó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales en diciembre del 2002 a cerrar la pinacoteca tanto para los visitantes como para el personal laboral.

Torres ha tenido prácticamente que mudarse al Museo para poder limpiar las áreas que durante un año nadie tocó. A la Sala de la Tierra le fueron reparadas y cambiadas las placas explicativas, debieron montarle los cristales a las vitrinas y avivar el color de los mapas.

El director en funciones del Museo indicó sólo el primer piso estaba iluminado. En la Sala de los Minerales la labor consiste en ordenar la parte de las características físicas de las rocas.

En la sala de los Ecosistemas -marinos-colarinos- solo se precisa de mayor cantidad de iluminación para proyectarlo en forma natural, como la réplica del Lago Enriquillo, los bosques secos, los humedales y los manglares, cada uno, con sus animales característicos, disecados.

Otras salas que reciben retoques de terminación son las de las Aves y Biodiversidad. En esta última se muestran decenas de especies de todo el mundo -animales disecados y pintados- de zonas tan lejanas como África, algunos de los que fueron exhibidos vivos en el país, como la famosa “mona Chita”, que durante muchos años divirtió a grandes y chicos en el Zoológico Nacional. En de las Aves se reestructuran las exposiciones, al igual que en la de los Insectos y en la de Evolución. Explicó que ameritan de 22 aves, para completar el inventario y porque algunas se deterioraron.

Torres dice estar satisfecho con el trabajo de él y de su equipo, aunque carece de capacidad económica.

DIAGNOSTICO Y METAS

El ingeniero Torres elaboró un informe técnico del Museo en el que describe los principales logros y metas definidas para alcanzar la recuperación institucional, para cuyos fines da seguimiento a la aplicación de las normas e instala un sistema de seguridad eficiente.

Sostuvo que saneó el personal en un 40%, reorientó los recursos financieros, puso en funcionamiento el servicio médico de los empleados y el aire acondicionado.

Persigue en lo adelante, equipar la institución, capacitar el personal técnicos dotándolo de mayor sensibilización, incorporar la alta tecnología digital para crear una gran base de datos, desarrollar planes de visitas educativas abrir el auditórium al público, todo esto en un plan de cinco años. También conformar un equipo de asesores, con expertos en la materia, actualizar la biblioteca con un banco de datos, poner a funcionar el proyecto “Museo Móvil” e instalar un observatorio astronómico.

El Museo Nacional de Historia Natural está regido por un Patronato que en 1986 fue establecido en el decreto 1185-406. En el año 2000 fue adscrito a la Secretaría de Medio Ambiente, aprovechándose la promulgación de la Ley 64-00, de Medio Ambiente y Recursos Naturales. También se le instituyó su Consejo Directivo.

TIEMPO DE VISITA

El Museo será visitado de martes a domingo, en horario de 10:00 de la mañana a 5:00 de la tarde, pero los costos por entrada para adultos y niños, de tres y cinco pesos, respectivamente, estarán variados en función de factores como el cambio de la prima del dólar y otros gastos en inflación.