Reafirman a Villepin

Reafirman a Villepin

PARIS (AFP).- El presidente francés, Jacques Chirac, reafirmó ayer, lunes, en una entrevista a la televisión su confianza en el primer ministro, Dominique de Villepin, y puso fin así a los rumores sobre una dimisión del jefe de gobierno, cada día más debilitado.

 “He dado una hoja de ruta al primer ministro y la ha cumplido con éxito (…) No veo por qué cambiaría un gobierno que cumplió perfectamente con su misión”. El jefe de Estado decidió aparecer en el informativo de mayor audiencia tan sólo tres semanas antes de su tradicional discurso del 14 de julio, fiesta nacional francesa, lo cual muestra el clima de crisis en el país.

   El mandatario, impopular y debilitado como nunca, quiso recordar a la mayoría gubernamental y a todos los franceses que no ha soltado las riendas del país y pidió al Ejecutivo que siga cumpliendo con su misión pese a la “ebullición” política clásica de los periodos preelectorales.

   Al mismo tiempo, el mandatario, de 73 años, que vive un crepúsculo difícil debido a una creciente debilidad física y a las sucesivas crisis políticas, dio a entender que su decisión de cara a los comicios presidenciales de 2007 no está tomada.

   “Lo sabrán en el primer trimestre del año que viene, cuando tome mi decisión y la dé a conocer”, aseguró, inyectando una nueva dosis de misterio a la carrera presidencial francesa.

   Durante la entrevista, Chirac se consagró a defender la gestión de su primer ministro y el equipo de gobierno.

   El presidente recordó que en junio de 2005, cuando nombró primer ministro a Villepin, le encargó luchar contra el desempleo, que rozaba el 10%, hacer un “esfuerzo particular” en materia de seguridad, impulsar el crecimiento y preparar varias reformas de fondo de cara al futuro.

   “El desempleo va a seguir bajando, el crecimiento ha recomenzado, la seguridad ha mejorado sensiblemente y las reformas de fondo se han realizado”, celebró Chirac, de 73 años.

   Sin embargo, es innegable que la revuelta callejera en los barrios periféricos de París a finales del 2005, las manifestaciones contra un contrato laboral especial para jóvenes y un escándalo que implicó falsamente a varios políticos, entre ellos el ministro del Interior, Nicolas Sarkozy y tras el cual podría haber colaboradores del primer ministro, han debilitado sin remedio a Villepin.

   El primer ministro, que comenzó su gestión con un 45% de opiniones favorables, roza hoy en día el 26%, un récord de impopularidad para un jefe de gobierno.

   Una parte del UMP, el partido de derecha en el poder al que pertenecen Chirac y Villepin, considera que mantener al primer ministro podría provocar un fracaso de la formación en las urnas el año próximo.

   Desde hace meses, el UMP está dividido entre los fieles de Villepin y los partidarios de Sarkozy, claro candidato a las elecciones de 2007 y rival personal de Chirac y Villepin.

   Por ello, el presidente instó a su primer ministro el lunes a escuchar con atención a la mayoría parlamentaria para intentar paliar este “sentimiento de insatisfacción” que le invade.

   A las críticas del UMP se suman las de la oposición socialista, que considera que Villepin ha perdido la confianza de los franceses.

   “Hay una ebullición política y mediática relacionada con las perspectivas electorales”, admitió Chirac.

   No obstante, el jefe de Estado aseguró que no se dejará “distraer” por las críticas sin fundamento o los comentarios sobre rivalidad entre Sarkozy y Villepin, que llena páginas y páginas de la prensa francesa.

   “No es mi problema. Me fije una agenda y no dejaré que nada me distraiga. El gobierno asume estas responsabilidades con éxito indiscutible y deseo que siga realizando con tenacidad su labor”, concluyó.

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