Real Madrid no juega al fútbol

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MADRID. (AFP). El Real Madrid sigue enganchado a los primeros puestos de la Liga (3º) pero si algo hay de cierto viendo sus últimos partidos es que dejó de jugar al fútbol.

Las cifras son, una vez más, implacables: el Real Madrid sufrió sus dos últimas derrotas, una como local contra un recién ascendido (Recreativo de Huelva) y otra al visitar a un equipo que ahora está en la parte baja de la tabla (Deportivo), encajando en ambos cinco goles y sin marcar ninguno.

Lo que más sorprende es la falta de ánimos, de ganas y de reacción. Contra el Recre, en su propio feudo del Santiago Bernabéu, el Real Madrid no tuvo en ningún momento la posibilidad de remontar un partido que fue perdiendo desde el principio.

El domingo, frente a un Deportivo que plantea interrogantes los dos últimos meses por su irregularidad, el Real Madrid sólo fue capaz de asustar al guardameta Dudu Aouate con un disparo del brasileño Emerson al travesaño.

“Hay jugadores que no están a la altura”, declaró tras el partido el entrenador italiano Fabio Capello, convocado por la dirección este lunes.

Salió de esa reunión un optimismo de fachada, manifestado por el director deportivo Pedja Mijatovic. “Se han detectado todos los problemas y somos capaces de resolverlos”, aseguraba el ex delantero madridista.

Los jugadores, sobre todo el italiano Fabio Cannavaro, no están al máximo nivel y lo más inquietante es que el técnico parece carecer de ideas y estar algo confuso.

Para el partido contra el Deportivo, Capello dejó al brasileño Robinho y al argentino Gonzalo Higuaín en las gradas, prefiriendo al italiano Antonio Cassano, dos veces descartado en la temporada y que podría ser vendido próximamente.

Su decisión de hacer jugar de titular al joven argentino Fernando Gago, con sólo siete entrenamientos con sus compañeros, dio mucho que hablar, así como su iniciativa de alinear por la izquierda a Sergio Ramos, defensor lateral diestro o central.

Capello, sin embargo, rectificó haciendo entrar al campo al joven brasileño Marcelo, previsto como sucesor de su compatriota Roberto Carlos, pero ya era demasiado tarde: el joven Javier Arizmendi ya se había colado por ese lado de la defensa antes de encarar y superar a Cannavaro para permitir que Christian marcara el segundo gol del Depor.

Capello había reconocido su impotencia al día siguiente de la caída contra el Recreativo, antes de confirmar días más tarde al diario Marca que su equipo hacía una buena temporada.

Pero el italiano no es el único equivocado. Los dirigentes del Real Madrid también tienen su parte de responsabilidad en la actual indigencia del equipo madridista.

Ramón Calderón, obligado a contratar tras una elección tardía, y Mijatovic hicieron lo que pudieron. Es difícil reprocharles haber fichado al que sería el “mejor jugador del mundo” en el 2006, Fabio Cannavaro, o al internacional malí del Lyon, Mahamadou Diarra. Pero ninguno de los refuerzos convenció, salvo el goleador holandés Ruud van Nistelrooy.

Por el contrario, fallaron en las contrataciones de otoño (boreal).

No se trata de juzgar el valor deportivo de Marcelo, Gago e Higuaín —más cuando se espera que la curación del club venga de ellos— pero es un riesgo muy grande haber gastado tanto (unos 35 millones de euros segun El País) por tres jugadores de futuro, mientras Capello sigue reclamando un defensor central y un creativo que reemplace al francés Zinédine Zidane.

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