Real Madrid sigue firme en liderato Liga de España

Real Madrid sigue firme en liderato Liga de España

ALBACETE. (EFE). El Real Madrid se anotó una trabajada victoria en el Carlos Belmonte antel el Albacete, que mereció otro resultado, lo que le permite mantener el liderato.

Tal vez, aunque sólo sea por trabajo y esfuerzo un resultado más justo habría sido un empate, pero los lanzamientos a balón parado de Roberto Carlos fueron suficientes ante la falta de pegada de los manchegos.

El Carlos Belmonte era en la noche del sábado uno de esos escenarios en los que se juegan ligas, en los se ganan, o se puede abrir la puerta a que te las quiten: a perderlas.

El Madrid, conocedor del asunto, dejó para mejor ocasión la indolencia con la que suele jugar la mayoría de sus partidos, se olvidó del tran-tran, y, ver para creer, los galácticos se pusieron el mono de trabajo y trabajaron, presionando muy arriba a los albaceteños.

El Albacete, por su parte, ante tanto talento junto, antepuso algo más que lo que suele ser habitual en los modestos: trabajo a destajo, y disciplina táctica.

La balanza siempre desequilibrada, pero por lo menos, el fiel no se caía al suelo, como suele ser habitual en estos casos.

El Albacete trataba de romper la adelantada línea de presión madridista con mucho toque de balón. La consigna de su entrenador era la posesión, y a eso se dedicó.

Entre los numerosos ángulos que depara un partido de fútbol, uno de los más atractivos de este, era el que protagonizó el albaceteño Pablo con cuantos delanteros le salían al paso, especialmente con el brasileño Ronaldo.

Y fue precisamente en una acción entre estos dos jugadores dónde se fraguó la jugada del 0-1. Fue una de las contadas veces en las que el brasileño se le fue al albaceteño, y cometió una clara falta que le costó una amonestación y un gol, el que marcó Roberto Carlos con la colaboración de una barrera saltarina y del píe de Oscar Montiel, porque fue ahí donde tocó el balón lo suficiente como para despistar al portero manchego, Manuel Almunia.

La mejor ocasión albaceteña para haber equilibrado el desigual combate llegó a los 26 minutos. Casillas, hasta entonces un espectador más se tuvo que emplear a fondo para mandar a córner un remate de cabeza del uruguayo Pacheco. Después intervenciones de mérito del guardameta local a disparos de Guti, Beckham y Ronaldo y a los vestuarios.

En la reanudación el Albacete salió con muchas ganas, apoyándose en su propia ilusión y bien es cierto que también en el cansancio que ya se adivinaba en los madridistas. De echo, Queiroz terminó retirando del terreno de juego, a un desdibujado Guti, y a unos cansados Zidane y Ronaldo. Pero dejó a Roberto Carlos y en Albacete fue decisivo.

Suyo fue el lanzamiento de falta que tras tocar Figo significó el 0-2. Por entonces, corría el minuto 71, la grada era un clamor en contra de las decisiones arbitrales, y una comunión inequívoca, en cuanto a la identidad del equipo al que apoyaban: el Albacete.

Con la pasión desbordaba se llegó al tramo final del partido, y entonces apareció Parri, jugador cedido por el Valencia, para meter el miedo en el cuerpo de los madridistas.

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