Cuatro días después de conquistar el Mundial de Clubes en Marruecos y sin Vinicius, por acumulación de tarjetas, el Real Madrid no se relajó, ganó con solvencia a un Elche (4-0) hundido en la clasificación y no sufrió antes de encarar diez días con la visita a Osasuna y Liverpool en el horizonte y recibiendo al Atlético de Madrid y Barcelona.
“Es un problema de concentración, organización y compromiso colectivo que no siempre tenemos”, contestó, sincero, Ancelotti en la previa sobre las dificultades defensivas de su equipo en Rabat; y el mensaje caló pronto en la plantilla.
Eso sí, contra un rival que suma solo nueve puntos en 21 jornadas de Liga y que solo ha salido vencedor en uno de sus duelos, justo el anterior frente al Villarreal (3-1), y con su derrota en el Santiago Bernabéu se queda a 12 puntos de una salvación que cada día se ve más lejana.