SAO PAULO. El real caía este lunes a su menor valor desde diciembre de 2008 en 2,448 por dólar (-1,31%) mientras que la Bolsa de Sao Paulo se derrumbaba casi 4%, empujados por las elecciones presidenciales de este domingo en Brasil.

A inicios de la tarde del lunes, la plaza paulista caía a 54.932 puntos, un retroceso de 3,98% respecto al viernes.

El mercado brasileño cerrará hacia las 17H00 locales (20H00 GMT).
Por su parte la moneda brasileña había cerrado el viernes en 2,416 por dólar, anotando una caída semanal de 1,9%.

«Todas las monedas emergentes están cayendo ante el dólar, pero aquí en Brasil está golpeando más fuerte a causa de las elecciones», comentó a la AFP André Perfeito, economista jefe de la consultora Gradual Investimentos.

«El mercado había apostado a que (la presidenta) Dilma Rousseff no sería reelegida, pero ahora está dándose cuenta de que no es tan simple ni fácil», añadió Perfeito, que consideró que el alza de la bolsa y la euforia del mercado en las últimas semanas fue «ingenua» e «irracional», porque «no existe una solución fácil para Brasil».

– Sin solución fácil – El economista se refiere a las fuertes alzas de la Bolsa paulista ante los resultados de las encuestas, que mostraban a la ecologista Marina Silva pisándole los talones a la mandataria del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que aspirará a un nuevo mandato de cuatro años.

Sin embargo, recientes sondeos mostraron que la presidenta se afianzaba como favorita en la primera vuelta del 5 de octubre y ampliaba su ventaja para el balotaje del 26 de ese mes, en el que debe enfrentarse con Silva, una exsenadora y exministra de Medio Ambiente de Luiz Inacio Lula da Silva representante del partido socialista PSB.

«Pero no existe una solución fácil. No es que sin Dilma habrá un cambio radical en Brasil», comentó Perfeito.»Parece que Brasil va a quebrar si Dilma gana, lo que no es verdad. Brasil no va bien, pero finalmente los otros candidatos también tendrían una situación complicada si llegaban a la presidencia», siguió.

Según la última encuesta Datafolha, divulgada el viernes por la noche, Rousseff tiene 40% de las intenciones de voto para la primera vuelta, tres puntos porcentuales más que en el sondeo precedente (del 17-18 de septiembre).

En un eventual balotaje el 26 de octubre, Rousseff tiene 47% de las intenciones de voto contra 43% de Silva. Pero otros analistas sí sostienen que el mercado ve con buenos ojos la posibilidad de que Rousseff no sea reelegida, en un contexto en que la economía brasileña enfrenta una recesión y un alza de la inflación.

«Hay un clima de desconsuelo», comentó un operador de mercado al diario especializado Valor, ya que el próximo gobierno de Rousseff «seguirá en lo mismo».

El real comenzó a perder fuerza ante el dólar en las últimas semanas. Hace dos meses, tenía un avance de 6% respecto a la divisa en lo que iba de 2014, pero esa fortaleza fue disipándose a medida que se acercaban los comicios.

La bolsa también comenzó a experimentar una fuerte inestabilidad, empujada sobre todo por las acciones de las grandes empresas estatales, como Petrobras, envuelta en escándalos de corrupción criticados por los candidatos opositores. El PT está en el poder desde 2003, cuando Lula da Silva -antecesor de Rousseff- llegó por primera vez a la presidencia.