Reales bombas de tiempo

Reales bombas de tiempo

El hecho de que el 90% de las envasadoras de gas licuado de petróleo (GLP) viola las reglas de seguridad y de que una persona sin autoridad usurpe facultades de los bomberos para “supervisar” esos establecimientos, pone en entredicho la seriedad conque se asume la supervisión de las operaciones de esos establecimientos. El coronel Félix Méndez, presidente de la Unión Nacional de Bomberos (Unabom), ha afirmado que en el 90% de las envasadoras carecen de los equipos de enfriamiento, extinguidores y personal debidamente adiestrado que las reglas exigen para las operaciones de trasvase y despacho de GLP.

Para rematar, el secretario de Interior y Policía, licenciado Franklin Almeyda Rancier, descalifica a una persona que se hace pasar por general y se atribuye la facultad de supervisar las plantas de gas en todo el país. Lo grave es que Interior y Policía tiene la facultad de regular los cuerpos de bomberos y Unabom es la encargada de la supervisión de las estaciones de GLP, pero ninguna explica cómo se ha estado permitiendo que el 90% de esos establecimientos violen las normas. Más que una denuncia sobre el desparpajo conque operan las envasadoras, lo que se ha hecho es una confesión de ineficacia que debe ser corregida de inmediato. La pobre supervisión que delatan estas declaraciones  obliga a pensar que la mayor parte de las plantas de GLP son especies de   bombas de tiempo.

Reciclaje y salud ambiental

El Instituto de Innovación en Biotecnología  e Industria (IIBI) ha puesto en marcha un programa de reciclaje de papel para transformarlo en objetos útiles. El reciclaje tiene la bonanza de que permite sacar utilidad de los desperdicios y, además, limpiar espacios y ambiente. Para el país sería de gran utilidad que el Gobierno incentive la inversión en este tipo de industria, con miras a transformar en útiles muchos de nuestros desperdicios.

Un caso crítico es el de miles de toneladas de objetos  plásticos que desechamos cada año. Se trata de materiales no biodegradables que van a parar al suelo, subsuelo y aguas, que obstruyen  desagües y  liberan tóxicos en su lentísimo proceso de degradación. En muchos países se convierte esta basura en utilidad. Nuestros apremios energéticos también pueden ser aliviados por reciclaje de la basura orgánica. La industria del reciclaje se abre paso  como aliada rentable de la limpieza ambiental.

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