Realidad y ficción

Realidad y ficción

En los últimos doce años, todos los políticos que han ocupado posiciones de Estado, de una manera o de otra, le han estado vendiendo a la sociedad la ficción de que durante su ejercicio, cada uno aportó soluciones importantes para el país. Inclusive, esa retórica política se hizo constar en numerosos informes que fueron a parar a organismos internacionales que dan seguimiento a la evolución de los asuntos sociales y económicos de sus países afiliados.

Sería interesante saber cuáles ficciones les fueron vendidas en los últimos doce años a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en lo que concierne a índices de mortalidad neonatal y las iniciativas adoptadas durante el último período gobernado por Joaquín Balaguer, el primero del actual Presidente, Leonel Fernández, y el que concluyó Hipólito Mejía el 16 de agosto del presente año.

Según la OPS, en la República Dominicana en los últimos doce años no ha disminuido la mortalidad de niños en los primeros 28 días después de su nacimiento. El organismo internacional sostiene que el índice de mortalidad de neonatos se ha mantenido en 22 de cada mil. En términos relativos parecería que nada ha cambiado, pero en términos absolutos es otro el gallo que canta, pues el aumento poblacional de esos doce años ha acarreado, inevitablemente, un incremento en el número de niños nacidos y en el de éstos que han muerto en los primeros 28 días de haber venido a la vida.

Si, como suponemos, la mortalidad neonatal forma parte de la mortalidad infantil, entonces a los dominicanos y a los organismos internacionales se les ha estado vendiendo mentiras groseras que solo tendrían el objetivo de pescar votos en las campañas electorales.

En los doce años a que se refiere el informe de la OPS, las condiciones de los centros de salud del Estado han sido calamitosas. Por otra parte, las condiciones de vida de la familia dominicana han desmejorado progresivamente, debido a diversos factores entre los que hay que contar la desatención oficial en materia de salud. Las muertes de neonatos a que se refiere la OPS son producidas por causas prevenibles, particularmente las infecciones de vías respiratorias y las diarreas.

Como se ve, las bonanzas propiciadas desde los cargos son una ficción que sucumbe bajo el peso de mentís como el de la OPS a propósito de la mortalidad neonatal.

¿Piñata política?

En varias provincias del país, ayuntamientos municipales han estado siendo despojados de equipos que les fueron asignados durante la campaña electoral para cazar votos en favor de la causa reeleccionista mediante la realización de pequeñas obras de interés comunitario.

Para justificar el despojo, algunas gobernaciones alegan que esos equipos les pertenecen y se apresuran a recuperarlos, inclusive de manera compulsiva. El secretario general de la Liga Municipal Dominicana, Amable Aristy Castro, ha declarado que se ordenó descontinuar el despojo.

Lo crucial en este caso no debería ser quién es propietario de los equipos, sino quién les está dando un uso práctico en beneficio de la comunidad. El hecho de que los mandos de las gobernaciones hayan cambiado de cancha política no justificaría un despojo si los equipos están trabajando para el bien común. Conviene que en cada caso, la prudencia y las necesidades comunitarias determinen dónde deben estar esas máquinas, sin perjuicio alguno de los derechos de propiedad.

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