La Fundación Niños que Ríen realizó un operativo médico en el hospital Toribio Bencosme de Moca en donde se practicaron 37 cirugías a niños que nacieron con labios leporinos. La fundación realiza dos operativos, uno a mitad de año y otro en el mes de diciembre. Hace 10 años que se realizan las jornadas en este hospital.
Hacía Moca se desplazan niños de todas partes del país, pero sobre todo del Cibao, donde existe una gran incidencia de niños que padece de fisura de labios y paladar, lo que se conoce comúnmente como labios leporinos. Este padecimiento tiene una serie de implicaciones importantes, no solo desde el punto de vista estético sino, desde el plano de la salud y el desenvolvimiento de cada uno de los niños que nacen con esto.
Los labios leporinos son defectos congénitos donde los recién nacidos no tiene totalmente desarrollado el paladar o cielo de la boca y cuando comen se les va la comida por las vías respiratorias y auditivas..
Cada una de las cirugías necesitan un equipo multidisciplinario compuesto por cirujanos maxilofaciales, odontólogos pediatras, terapeutas del habla, otorrinolagingología, anestesiólogos y cirujanos generales.
Durante el operativo número 17 se llevaron a cabo 37 cirugías de labios y paladar así como reconstrucciones a niños desde los tres meses de edad. Se realizaron también seis cirugías proctológicas.
El equipo médico esta lidereado por Luís Díaz, presidente de la fundación y Rogelio Cordero, coordinador quirúrgico de la misma.
Los tres días del operativo fueron distribuidos de la siguiente forma, el primer día se recibieron a los niños con sus padres, se evaluaron y se llevaron a cabo los análisis médicos de rigor, así como la explicación detallada a los padres sobre cada uno de los procedimientos y el comportamiento ante y después de la operación. El segundo día se comenzaron a recibir niños desde las 9:00 de la mañana y algunas cirugías se demoraron unas dos horas. La última cirugía terminó a las 12:30 de la noche con éxito y satisfacción para todo el equipo médico. Ya el domingo, los médicos pasan por el hospital a ver cada uno de los niños y darles de alta.
Muchos de estos niños tendrán que regresar al siguiente operativo para revisión de paladar, seguimiento post quirúrgico y, cuando ya han cumplido cinco años, se les hace la nariz; ya que los niños que nacen con este padecimiento no tienen nariz.
Para llevar a cabo la cirugía el hospital cede sus cinco salas de cirugía y el equipo de soporte médico tales como enfermeras, camilleros y hasta el personal de limpieza del hospital se involucra de forma voluntaria para poder concluir con éxito la jornada. El personal de ayuda de los doctores está compuesto por estudiantes de término y egresados de la carrera de odontología de la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).