POR JOSÉ PIMENTEL MUÑOZ
Un centenar de médicos participó en el “Primer curso de estimulación cardíaca”, celebrado por la Sociedad Dominicana de Cardiología con el  objetivo fundamental de proporcionar a los profesionales de la salud los conocimientos básicos necesarios para manejar pacientes portadores de dispositivos cardíacos electrónicos.

 En la actividad, que tuvo una duración de  cinco horas,  participaron como profesores los cardiólogos Robert González, del Hospital Municipal de San Juan, Puerto Rico; Fernando Vidal, de la clínica Corazones Unidos; David Hernández, del hospital José María Cabral y Báez, de Santiago; Carmen Encarnación, del hospital Salvador B. Gautier; y Frank Valdez Báez, del Instituto Dominicano de Cardiología.

El curso se efectuó  en el hotel Meliá con el patrocinio de la empresa Servicios Electromédicos e Institucionales (Seminsa), representante de los marcapasos Saint Jude Medical.

El doctor Valdez Báez, presidente de la Sociedad Dominicana de Cardiología, destacó la importancia del curso tanto para médicos como para pacientes, y consideró que las autoridades rectoras del sistema deben estudiar qué respuestas se pueden dar a la necesidad de estos instrumentos que presentan cientos de personas.

Valdez hizo la observación luego de que la doctora Carmen Encarnación señalase que en República Dominicana apenas son instalados anualmente alrededor de 600 marcapasos a pesar de que los médicos indican “diez veces más”.

Limitaciones económicas de los pacientes a los que se les  diagnostica la necesidad de utilizar estos dispositivos, evitan que la mayoría de ellos los adquiera y use,  poniendo de esa forma su vida en riesgo, explicó Encarnación.

Niños, jóvenes y ancianos,  especialmente adultos de más de 60 años de edad- requieren  marcapasos, que son aparatos electrónicos de pequeño tamaño, generadores de impulsos que excitan artificial y rítmicamente a corazones incapaces  de contraerse por sí mismos con regularidad.