POR GERMAN MARTE
Una de las prioridades para la frontera dominico-haitiana es la actualización del régimen jurídico e institucional, expresó ayer la abogada y comunicadora Sobeida de Jesús, del Grupo Ciudades y Fronteras.

Indicó que el actual ordenamiento jurídico e institucional data de la época de Trujillo, cuando la frontera tenía una realidad muy diferente, cuando no existía el comercio a los niveles de ahora, cuando no existían los problemas ambientales de hoy y cuando había regímenes dictatoriales a ambos lados y no se respetaban los derechos humanos.

Al anunciar la realización del Foro «Medioambiente Compartido: Virtualidad de la Frontera» que se realizará a partir de las 4:30 de esta tarde en la Universidad Iberoamericana (Unibe), De Jesús destacó que ahora la frontera dominico-haitiana es más dinámica, debido a que existe una realidad diferente.  Adujo que el país carece de una política coherente ante el tema de la frontera dominico-haitiana.

«Es increíble la cantidad de instituciones que están en la frontera, todos tienen un pedacito y nadie tiene una política coherente y coordina a las demás», expresó De Jesús, que del lado haitiano la situación es peor, pues para Haití la frontera nunca ha sido prioridad.

Y en lo que respecta a la parte dominicana, dijo que a pesar de que históricamente las autoridades han mostrado desidia e incomprensión sobre el tema, el país no puede soslayar que tras la frontera está su segundo socio comercial, después de Estados Unidos. Indicó que en el 2005 las exportaciones hacia Haití fueron de más de US$160 millones, «eso es lo que se registra formalmente, sin lo que pasa de modo informal, que es mucho dinero».

Subrayó que las exportaciones hacia Haití es lo que mantiene vivo a muchos productores nacionales. Destacó que si no existiera el mercado haitiano, muchos productos dominicanos no podrían ser exportados a ninguna otra parte, por problemas de precio y calidad.

Ejemplo de esto es el arroz «puntilla», partido, que los dominicanos rechazan, pero que se le vende a los haitianos en grandes cantidades, «estamos hablando de muchos millones de dólares», resaltó De Jesús, al tiempo de agregar que los haitianos también consumen grandes cantidades de huevos producidos en los campos de Moca y otras partes del Cibao. Se trata de un tipo de huevo que no tiene competitividad en ningún otro mercado que no sea el haitiano.

Manifestó que todas las provincias del país se benefician del comercio con Haití, pues el negocio incluye una amplia variedad de productos agrícolas.

Subrayó que la frontera no es sólo comercio y migración ilegal, sino que abarca también temas como el narcotráfico, trafico de armas y seguridad nacional. Además, uno de los aspectos fundamentales es el relativo al medioambiente en la región fronteriza.

FORO DESARROLLO FRONTERIZO

Precisamente para ayudar a comprender mejor la importancia de este tema, Ciudades y Frontera realizará hoy, a partir de las cuatro y media de la tarde, el foro «Medioambiente Compartido: Virtualidad de la Frontera». La actividad que se desarrollará en la Universidad Iberoamericana (Unibe) tiene el propósito de promover el debate sobre el tema del medio ambiente en la frontera sobre la base de las perspectivas futuras tomando en cuenta las proyecciones de las políticas estatales, de la cooperación internacional y de la sociedad civil.