Esto fue escrito fuera de nuestro país por otras personas. Acojo en toda su extensión los conceptos emitidos: “Somos un pueblo maldito y degradado porque los gobernantes que han regido los destinos (del país) en las últimas décadas han sido desastrosos, injustos, corruptos y altamente dañinos….. (Actualmente) cualquier voto a cualquier partido puede resultar decepcionante, como lo están demostrando los pactos que se fraguan … en los que las derechas y las izquierdas, los teóricos regeneradores y los corruptos de siempre, los viejos y los nuevos partidos se reparten el poder para colocar parches y apuntalar un sistema herido de muerte porque no es democrático ni justo ni decente, que además de pésimos gobiernos, genera injusticia, desigualdad, opresión, mentira, disgregación, marginación del ciudadano, que ha sido expulsado de la política, y un exterminio continuado de los grandes valores que sostienen la convivencia y el progreso”.
“Sin ciudadanos vigilantes y exigentes y sin leyes capaces de atemorizar a los delincuentes con poder, el sistema político ha convertido (al país) en una gran cloaca donde la corrupción ha campeado a sus anchas, acompañada del abuso de poder y de casi todos los vicios que destruyen la democracia, desde la falta de controles al poder hasta la impunidad de los poderosos, la desigualdad ante la ley, el uso delictivo del dinero, la compra de votos y de voluntades, el despilfarro, el endeudamiento excesivo, la estafa, el engaño institucionalizado”.
Extracto de la revista española “Voto en blanco” del 12 de junio del 2015, a propósito de las elecciones en ese país, suscrito por Francisco Rubiales £ Co. con el título “Cada pueblo tiene el gobierno que se merece”.