¿Realmente sabemos qué es la caridad?

¿Realmente sabemos qué es la caridad?

La caridad es una de las virtudes teologales junto con la esperanza y la fe. De acuerdo con el catecismo de la Iglesia católica (1822), “la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios”.

La caridad se reconoce porque es paciente, es servicial, no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera.

Por lo cual, la Caridad es una virtud basada en fe divina o en creer en la verdad de la revelación de Dios. Es conferida solo por gracia divina. No es adquirida por el mero esfuerzo humano, ya que es infundida con la gracia santificante, frecuentemente se identifica con el estado de gracia. Por lo tanto, quien ha perdido la virtud sobrenatural de la caridad ha perdido el estado de gracia, aunque aun posea las virtudes de esperanza y caridad.

Los hombres, en el camino de la vida, no tienen la obligación de convertirse en filósofos, políticos, ni sabios, pero sí tienen la obligación de ser buenos, justos y correctos en su obrar. En este sentido, las virtudes Cardinales (Justicia, Templanza, Fortaleza, y Prudencia) y las virtudes Teologales (Fe, Esperanza, y Caridad) pueden convertirse en parámetros para aquellos hombres que deseen obrar correctamente y dentro del bien común.

Dispensemos amor juntamente con el pedazo de pan y liberémonos de nuestra caridad complaciente para dar la ayuda más verdadera al necesitado, al amigo y al enemigo.

La caridad más que una palabra, virtud, o simplemente un acto, es un sentimiento y al amparo del amor, este sentimiento se hace una manifestación del amor de dios. El Dios amor que nos llama a vivir en el amor fraterno como forma única de vida.

Esta semana fue muy interesante para mí reflexionar, que saber no es sólo obra de la inteligencia, sino que es también resultado de la caridad. La sabiduría es el saber integrado por los pilares de la caridad, y si entendemos que todas las ciencias deben colaborar al servicio del hombre, entonces la inteligencia (ciencia) y el amor son conceptos que se complementan mutuamente; ya que existe el amor rico en inteligencia y la inteligencia llena de amor.

Y es que en la catequesis de mi comunidad, estamos tratando los temas de la encíclica Populorum Progressio  (cuyo argumento de fondo es el progreso) planteada por Pablo VI, el cual tiene hoy tanta vigencia como hace 40 años porque el progreso es un concepto sumamente actual.

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