Uno de los principales debates a nivel local y también en muchos países, lo representa el dilema del momento en el cual debe permitirse la reapertura gradual de las actividades económicas, que depende básicamente de las variables sanitarias; otra cosa son las medidas económicas y sociales durante la pandemia y las dirigidas a estimular la economía tan pronto sea controlado el Covid 19.
La cuarentena de la población y la parálisis del aparato productivo para detener la pandemia ha provocado un choque de oferta, mientras la pérdida de empleos ha provocado un choque de demanda, por ello las recetas tradicionales no van a dar resultados, a diferencia con la crisis financiera global de 2008, en donde el colapso de los bancos creo un choque de demanda y una grave recesión global, felizmente superada gracias a la acción conjunta de todos los países que aplicaron políticas fiscales y monetarias expansivas.
En nuestro país diferentes sectores están apurando al gobierno para que inicie la reapertura, sin embargo los expertos en salud han advertido del riesgo de una apertura apresurada sin que se haya llegado al pico y el aplanamiento de la curva de contagios, con el agravante de que en el país no contamos con el perfil epidemiológico porque no se han masificado las pruebas. Aun superada esa etapa la reapertura deberá ser gradual y con protocolos definidos para cada sector y la estricta vigilancia para que sean cumplidos para evitar otros rebrotes del coronavirus.
En el caso de la política fiscal el gobierno se está endeudando, un mal necesario; logró alrededor de 30 mil millones al inicio del estado de emergencia, ahora se suman los RD$40 mil millones de los bonos del Ministerio de Hacienda, más los donativos, aun así la caída estimada de las recaudaciones y el aumento del déficit en la cuenta corriente de la Balanza de Pagos obligará a contratar mayores empréstitos. Lo único lamentable es que la ausencia de controles, la corrupción que ha hecho metástasis impida un uso eficiente de esos recursos y para muestra los escándalos en diferentes instituciones de compras sobrevaluadas para beneficio de funcionarios y suplidores privilegiados.
En cuanto a la política Monetaria el Banco Central ha liberado RD$30,133 millones del encaje legal, puesto a disposición de los bancos repos en pesos y dólares, ha reducido en 100 puntos básicos la tasa de Política Monetaria, ha abierto una ventanilla por RD$10 mil millones a las mipymes(que no será utilizada con esa tasa de interés si no se crea un fondo de garantías ), se ha modificado el marco regulatorio especial para evitar el deterioro de la cartera y hasta le ha dado la mano al Gobierno Central facilitándole un préstamo por RD$12 mil millones y ahora redimiendo RD$37.6 miles de millones de las AFP para que adquieran los RD$40 mil millones de los Bonos de Emergencia de Hacienda.
Las medidas fiscales y monetarias expansivas no van a tener ningún resultado en una economía en pandemia sanitaria, económica y social; habrá que aplanar la curva de contagios para iniciar la reapertura gradual, a partir de ese momento las medidas monetarias y se supone que las fiscales en carpeta, comenzarán a mostrar resultados, todo dependerá de la velocidad de reapertura y de lo que ocurra en los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, y como se reactive la economía en los países emisores de turistas para el país.