Rebeca murió luego de sangrado

Rebeca murió luego de sangrado

Falleció ayer a las 6:00 de la mañana la niña Awilda Rebeca Martínez, a causa de un desbalance en la circulación de la sangre que produjo un sangrado interno, luego de ser sometida a una operación que se extendió por más de 10 horas para eliminarle una malformación equivalente a una segunda cabeza.

El doctor Jorge Lazareff, cirujano extranjero que encabezó la operación practicada en el Centro de Ortopedia y Especialidades Cure International en Santo Domingo, dijo que fueron varios los factores que influyeron en la muerte de la menor.

«Suponemos que al producir la eliminación del gran volumen de tejido redundante pudo haber habido un desbalance en la circulación de la sangre, que probablemente creó un aumento de presiones en ciertas áreas, además de un sangrado interno, porque por cierto luego de una cirugía tan larga donde se pierde sangre los niveles de coagulación están alterados, entonces, quizás no fue un solo factor fueron una serie de factores que influyeron», agregó.

En rueda de prensa, en la que estuvieron presentes también

Ruth Taveras y el ortopeda Santiago Hazim, directora ejecutiva y director médico, respectivamente, del centro de salud, así como el neurocirujano Benjamín Rivera, Lazareff sostuvo que la niña salió totalmente estable de la operación y se mantuvo estable hasta que comenzó a entrar en un «pequeño sangrado, probablemente, por una coagulopatía».

«La experiencia positiva que tenemos de este caso es que la cirugía de esta naturaleza sí se pueden hacer, siempre y cuando exista una coordinación entre los familiares y el equipo médico», dijo el cirujano.

De su lado, Santiago Hazim resaltó el nivel de compromiso asumido por ellos al momento de acoger el caso de la niña.

«Habíamos asumido a Rebeca como parte de la familia de Cure International y personalmente el trato que teníamos con los padres de ella era familiar, no de paciente. La teníamos mudada en nuestro centro, le conseguíamos la alimentación que los padres no podían, entonces, ya era parte de la familia Cure International y hoy me siento como si hubiese perdido a un familiar más», manifestó.

Explicó que desde el punto de vista científico hicieron todo lo posible por salvarle la vida a la recién nacida, ya que, dentro de sus posibilidades, trajeron los mejores neurocirujanos.

[b]LOS PADRES DE REBECA[/b]

En tanto, Franklin Martínez y María Gisela Hiciano, padres de la niña, al referirse a la muerte de su hija, manifestaron que desde el primer momento dejaron el caso en manos de Dios y que si esa era su voluntad la aceptaban.

«Estamos tranquilos, somos una pareja cristiana, apoyados siempre en Jesucristo y si Dios lo ha querido así, su razón tendrá. Aunque ella se ha ido físicamente siempre estará en nuestros corazones», dijo FranklIn.

La joven pareja agradeció el esfuerzo y el trato recibido por los médicos, al tiempo de destacar la fortaleza de la niña Rebeca desde que nació.

«Si existe un grado más allá de la excelencia solamente, entonces, en ese grupo cabe el grupo de cirujanos de Cure International que intervino a Rebeca», manifestó Franklin.

De su lado, María Gisela señala que su caso es un ejemplo para que las madres entiendan que el aborto no es la solución de los problemas, y que a pesar de que supo de la malformación de su hija desde los primeros meses del embarazo, en ningún momento dudó en traerla al mundo, porque «uno no debe decidir, Dios es el que sabe, él tiene su propósito y algún fin tenía para ella».

Al referirse a Rebeca dijo que desde que nació fue una niña inquieta, muy hiperactiva y, sobre todo, con mucha fortaleza.

En la rueda de prensa fue leído un mensaje del fundador y presidente de Cure International, Scott Harrison, en el que manifestó su tristeza por la muerte de la niña Rebeca.

En el mensaje que fue leído por Hazim, el doctor Harrison dijo que él y su esposa están sorprendidos «y profundamente entristecidos por el fallecimiento de la niña Rebeca. Ella se ganó los corazones de todo el personal de Cure, y del mundo, mientras orábamos por un resultado exitoso para ella y su familia».

Señaló que Rebeca, en su amorosa inocencia, era alguien a quien realmente querían ayudar.

«Fue un regalo de Dios, que nos permitió sentir el amor en nuestros corazones. Los padres de la niña nos han dado una lección de valentía, especialmente, el ejemplo de su fe durante este proceso», precisó.

Aseguró que el trabajo de Cure Internacional continuará y aumentará para alcanzar muchos rincones en el mundo donde se necesitan avances médicos para ayudar a salvar y reconstruir vidas «de nuestros más apreciados recursos que son nuestros niños».

Rebeca, nació el pasado 10 de diciembre en el hospital Félix María Goico o de Los Billeteros y en la operación que se le practicó participaron 18 especialistas.

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