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BOGOTA (AFP).- El gobierno colombiano avanzó en su objetivo de negociar un proceso de paz con la guerrilla del ELN y planteó un cese bilateral de fuego que implique un acuerdo humanitario para la liberación de los secuestrados en poder de ese grupo, a cambio de insurgentes presos, pero la propuesta fue rechazada por los rebeldes.
El alto comisionado de paz del gobierno, Luis Carlos Restrepo, reveló el viernes en la noche la propuesta concreta del Ejecutivo al Ejército de Liberación Nacional (ELN) para avanzar en una negociación de paz que, según el documento, indudablemente debe partir de un cese de hostilidades.
Para el gobierno colombiano, el que el ELN hubiera aceptado la intervención de México para facilitar los acercamientos entre las partes, y recientes propuestas de esa organización insurgente con relación a la eventual negociación, «dan a entender que el momento del diálogo ha llegado».
«A fin de crear las condiciones de confianza necesarias para avanzar en un proceso de paz, proponemos al ELN como punto de partida un cese de acciones hostiles contra el Estado y la sociedad civil. En reciprocidad, el gobierno suspenderá las acciones militares ofensivas contra su organización, mientras se avanza en un proceso de diálogo serio y con una real voluntad de paz», precisó el documento.
En su propuesta, el gobierno de Alvaro Uribe enfatiza en que «no está exigiendo de entrada desarme ni desmovilización. Sólo un cese de hostilidades, como primer paso o punto de partida para un proceso de paz».
«El cese de hostilidades debe entenderse como el cese de acciones de cualquier tipo contra el Estado y los derechos y libertades fundamentales de la población colombiana», explicó.
La propuesta pide al ELN que como parte fundamental del cese de hostilidades suspenda los secuestros y libere a todos los rehenes en su poder, frente a lo cual, el gobierno realizará lo pertinente para que los rebeldes procesados por el delito de rebelión, «puedan recibir un beneficio jurídico que les permita recuperar su libertad».
El gobierno condicionó la liberación de los guerrilleros presos a su compromiso de no volver a delinquir y a la definición de unos mecanismos efectivos que permitan su integración a la vida productiva y a la civilidad democrática».
Pero este sábado, el diario El Tiempo de Bogotá reveló que el ELN respondió a la propuesta en carta dirigida a Restrepo, el pasado seis de setiembre, y rechazó el intercambio humanitario asegurando que los planteamientos del gobierno «están muy distantes», de la posición de ese grupo, aunque valoró como «signo positivo» la disposición al diálogo de parte del Gobierno.
Concretamente sobre el intercambio humanitario, el grupo insurgente señaló en la misiva que «por supuesto que allá tendremos que llegar, el ELN es conciente de esto, pero mientras damos ese paso tan largo, lo más recomendable es proponernos metas más modestas y terrenales».
Aunque la oficina del Comisionado no confirmó ni rechazó la existencia de la carta, fuentes oficiales dijeron a la AFP que ésta le habría sido entregada a Restrepo por el mediador mexicano, Andrés Valencia, en una reunión que sostuvieron el viernes en la noche.
Además del intercambio, la propuesta del gobierno al ELN señalaba que el cese de hostilidades debería incluír una garantía internacional, y una serie de acciones humanitarias como programas de desminado en las zonas de influencia del ELN.
Algunos apartes de la propuesta ya habían sido anticipados el pasado 3 de agosto por Restrepo, pero el jefe militar del ELN, Antonio García, señaló en la ocasión que la iniciativa oficial es «limitada» y «pegada al viejo esquema», aunque previó que el ELN la respondería posteriormente.
La agrupación propuso el pasado 4 de junio un acuerdo que incluiría un cese del fuego, una amnistía general para sus militantes presos y una limitación del uso de minas antipersonales.
