Los rebeldes hutíes de Yemen prometieron el viernes lanzar fuertes represalias por los ataques estadounidenses y británicos contra ellos, elevando aún más la perspectiva de un conflicto más amplio en una región ya agobiada por la guerra de Israel en Gaza.
El bombardeo —lanzado en respuesta a una reciente campaña de ataques con drones y misiles contra barcos comerciales en el vital mar Rojo— mató al menos a cinco personas e hirió a seis, dijeron los hutíes. Estados Unidos indicó que los ataques apuntaron a más de 60 objetivos en 16 lugares diferentes en las áreas de Yemen controladas por los hutíes.
Mientras el bombardeo iluminaba el cielo antes del amanecer sobre múltiples sitios controlados por los rebeldes respaldados por Irán, obligó al mundo a centrarse nuevamente en la guerra de años de Yemen, que comenzó cuando los hutíes tomaron la capital del país.
Desde noviembre, los rebeldes han atacado repetidamente barcos en el Mar Rojo, diciendo que estaban vengando la ofensiva de Israel en Gaza contra Hamás. Pero con frecuencia han atacado a buques con vínculos débiles o nulos con Israel, poniendo en peligro el transporte marítimo en una ruta clave para el comercio mundial y los envíos de energía.
El portavoz militar de los hutíes, el general de brigada Yahya Saree, dijo en un discurso grabado que los ataques “no quedarán sin respuesta ni castigo”.
Las Operaciones de Comercio Marítimo del Reino Unido, un cuerpo del ejército británico que supervisa las aguas de Medio Oriente, informaron el viernes por la noche de un nuevo ataque con misiles frente a Yemen. Indicó que el misil fue disparado hacia un barco a unos 144 kilómetros (90 millas) al sureste de Adén, Yemen, mientras el barco era seguido por tres pequeñas embarcaciones. El capitán del barco informó que los misiles cayeron al agua a entre 400 y 500 metros de distancia, pero no causaron heridos ni daños, dijo la organización.
“Se recomienda a los buques transitar con precaución”, advirtió.
Aunque el gobierno del presidente estadounidense Joe Biden y sus aliados han intentado calmar las tensiones en Medio Oriente durante semanas y evitar un conflicto más amplio, los ataques amenazaron con encender uno.
Arabia Saudí, que apoya al gobierno en el exilio contra el que luchan los hutíes, rápidamente buscó distanciarse de los ataques mientras busca mantener una delicada distensión con Irán y un alto el fuego que tiene en Yemen.
Los hutíes dijeron que los ataques a regiones de Yemen bajo su control mataron a cinco e hirieron a seis miembros de las fuerzas militares de los rebeldes. No estaba claro cuán extensos fueron los daños, aunque los hutíes dijeron que al menos cinco sitios, incluidos aeródromos, habían sido atacados.
El Comando Central de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos dijo que los ataques se centraron en los nodos de comando y control, depósitos de municiones, sistemas de lanzamiento, instalaciones de producción y sistemas de radar de defensa aérea de los hutíes. Los ataques involucraron más de 100 municiones guiadas con precisión, incluidos misiles lanzados desde el aire y misiles de ataque terrestre Tomahawk lanzados desde barcos y submarinos.
El Reino Unido dijo que los ataques alcanzaron un sitio en Bani supuestamente utilizado por los hutíes para lanzar drones y un aeródromo en Abbs utilizado para lanzar misiles de crucero y drones.
La ruta del Mar Rojo es una vía fluvial crucial y los ataques allí han causado graves perturbaciones en el comercio mundial. El petróleo crudo Brent de referencia subió aproximadamente un 4% el viernes a más de 80 dólares el barril. Mientras tanto, Tesla dijo que detendría temporalmente la mayor parte de la producción en su fábrica alemana debido a los ataques en el Mar Rojo.
Por su parte, la Armada de Estados Unidos reconoció un ataque días antes a un barco en los confines del Océano Índico, un ataque que puede indicar la voluntad de Irán de atacar barcos como parte de una campaña marítima más amplia sobre el conflicto entre Israel y Hamás.