Rebeldes matan siete campesinos

Rebeldes matan siete campesinos

BOGOTA (AFP).- Nuevo muertos y unos 400 desplazados dejaban este fin de semana incursiones de supuestos guerrilleros de las FARC en zonas rurales de tres municipios del departamento de Antioquia, en el noroeste de Colombia, donde se vive una emergencia humanitaria, aseguraron este domingo autoridades locales.

Las poblaciones afectadas son San Francisco, Cocorná y San Carlos, ubicadas en el oriente de Antioquia, adonde las autoridades se desplazaron para asumir el control de la zona y llevar asistencia humanitaria para los campesinos desplazados.

Siete campesinos murieron entre el viernes y el sábado en el sitio conocido como el Alto de Samaná, en San Carlos, donde rebeldes dispararon contra grupos de pobladores, según Juan Alberto García, alcalde de ese municipio.

Otras dos personas -un conductor de un bus y su ayudante- murieron también por el fuego rebelde en una zona rural de San Francisco, donde el frente IX de las FARC dejó un autobús cargado con explosivos a cuatro kilómetros de la cabecera municipal, bloqueando la entrada hacia la localidad.

Entretanto, unas 400 personas de cinco localidades rurales de Cocorná huyeron hacia el casco urbano, por las amenazas de un grupo armado irregular que opera en la zona -supuestamente también rebeldes de las FARC-, aseguró el defensor del Pueblo de la región del oriente de Antioquia, Guillermo Rosas.

«Las finquitas las dejamos abandonadas, los animalitos quedaron allá, tuvimos que dejar todo para defender la vida», declaró a la prensa local José Quintero, uno de los desplazados de Cocorná.

Según uno de los afectados, los irregulares les advirtieron que debían abandonar sus tierras antes del mediodía del sábado. «Nos dijeron que si en la tarde no habíamos desocupado no respondían por nadie», contó un hombre, que prefirió no ser identificado.

El comité local de emergencias activó brigadas comunitarias para llevar asistencia a los desplazados, que pasaron la noche en albergues improvisados en el casco urbano de Cocorná, mientras que las autoridades enviaron tropas a las aldeas afectadas.

«Ha habido una reacción de la Fuerza Pública para controlar la situación y propiciar el retorno de los campesinos», afirmó el secretario de gobierno de Antioquia, Jorge Mejía.

Unidades del Ejército establecieron puestos de control entre San Francisco y Corcorná para restringir el acceso a la zona, debido a que los insurgentes sembraron minas antipersonales.

La región del oriente de Antioquia es una de las más conflictivas del país, donde además de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), operan el también rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los paramilitares de extrema derecha -enemigos de la insurgencia-.

Hace un año, cinco localidades de esa región sufrieron durante casi dos semanas una grave crisis por el desabastecimiento de víveres y combustible debido a un paro armado decretado por el ELN.

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