BEIRUT AP.  Cientos de guerrilleros islámicos capturaron ayer una estratégica base aérea en el noroeste de Siria, tras una batalla encarnizada por esa instalación.   

Se trata de la mayor base de despegue de helicópteros usados para bombardear a los rebeldes en el norte y para transportar suministros a las fuerzas leales al gobierno de Bashar Assad.

Las fuerzas rebeldes y otros activistas dijeron que los insurgentes irrumpieron el miércoles por la noche en la base Taftanaz en la provincia Idlib, en el norte del país, y que para el jueves ya tenían controlada la mayor parte del complejo.   

Aún había batallas intensas y un activista informó que los rebeldes habían perdido varios combatientes.   

El jueves por la noche, un activista cerca de Taftanaz declaró que las fuerzas del gobierno bombardearon la base en un intento tenaz por ahuyentar a los guerrilleros que habían tomado varios helicópteros. La versión de este activista, que pidió no ser identificado, no pudo ser confirmada de inmediato.   

Un video  mostraba columnas de humo ascendiendo detrás de unos helicópteros en la pista de despegue.

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A Teherán

 Entretanto, la agencia noticiosa oficial iraní IRNA informó que 48 iraníes que habían sido capturados en Siria por más de cinco meses regresaron el jueves a Teherán, tras ser dejados en libertad por los rebeldes sirios, en el primer canje de prisioneros significante de esta guerra civil.   

El ataque rebelde a la base de Taftanaz es un avance de los insurgentes contra el gobierno sirio.