Rebeldes toman Cabo Haitiano; la comisaría fue saqueada e incendiada

Rebeldes toman Cabo Haitiano; la comisaría fue saqueada e incendiada

PUERTO PRINCIPE.- Los rebeldes alzados contra el presidente Jean Bertrand Aristide asaltaron el domingo Cabo Haitiano y controlan casi medio país mientras los mediadores internacionales esperan que la oposición política acepte el lunes un plan de paz que implica la permanencia del mandatario.

Los rebeldes llegaron a Cabo Haitiano (norte) desde su bastión de Trou du Nord, coparon el aeropuerto en la mañana del domingo y luego se dirigieron al centro de la ciudad, para luego abandonarla, informaron testigos.

La comisaría y la cárcel, cuyos reclusos fueron liberados, fueron saqueadas e incendiadas por pobladores que luego se dirigieron al puerto en donde saquearon depósitos de alimentos.

Al menos tres personas murieron, según testigos. Los rebeldes informaron que los muertos ascienden a ocho.

[b]MUY CERCA DE LA CAPITAL[/b]

En los alrededores de Puerto Príncipe, la localidad de Bon Repos -situada en la Ruta Nacional 1 que conecta a la capital con Gonaives (también tomada por los rebeldes)- ha sufrido también varios ataques en las últimas horas, que se saldaron con al menos un muerto.

El último ataque, registrado a primeras horas de la mañana de ayer, domingo, dejó al menos un muerto entre los atacantes, pero vecinos de la población consultados por la prensa indicaron que un policía y dos partidarios de Aristide también murieron durante el asalto a la comisaría que se produjo en la noche del sábado.

[b]ENVÍA REFUERZOS[/b]

Tras el retiro de los rebeldes, Aristide anunció en Puerto Príncipe el envío de refuerzos a esa ciudad de un millón de habitantes que es la segunda más importante del país.

Los insurgentes desfilaron por las calles y estaban dirigidos por un «comandante Petime», originario de Gonaives, en donde el 5 de febrero los rebeldes iniciaron su levantamiento para derrocar al presidente.

Agrupados en el Frente de Resistencia Nacional, los insurgentes controlan totalmente o en parte cinco de los nueve departamentos en que está dividido Haití.

En Puerto Príncipe, la oposición política persistía en su negativa a aceptar un plan de paz presentado por Estados Unidos junto a varios países y organismos. Esa propuesta prevé respetar el mandato de Aristide, que expira en 2006, aunque se le recortan algunos de sus poderes.

«Nuestra posición es una posición de principio y todas las presiones del mundo no nos harán cambiar de opinión», subrayó a la AFP el socialista Serge Gilles, uno de los responsables de la Plataforma que nuclea a organizaciones de la sociedad civil y partidos de oposición.

«Si Aristide pasa más tiempo en el poder, tanto más grande será la catástrofe», dijo.

«Esta es la razón por la cual, estando de acuerdo con lo esencial del plan, tenemos una divergencia fundamental con esa propuesta, pues no prevé la dimisión de Jean Bertrand Aristide», agregó.

Las presiones no cesarán durante toda la jornada del domingo pues la oposición deberá dar su respuesta definitiva antes del lunes a las 22H00 GMT.

«Habrá muchos llamados telefónicos y reuniones aquí, pero también entre Puerto Príncipe y las capitales extranjeras», destacó un diplomático en la capital haitiana.

La oposición remitirá una respuesta por escrito, con toda probabilidad al embajador estadounidense en Puerto Príncipe, a quien «le llegaron mensajes muy fuertes, pero la situación no parece buena por el momento», afirmó otro diplomático.

«No diría que no hay esperanza, pero la oposición tiene la capacidad de reducir a la nada una oportunidad extraordinaria propuesta por la comunidad internacional», añadió.

La oposición «corre el riesgo de perder todo el apoyo de la comunidad internacional y debe darse cuenta de las consecuencias extremadamente graves (que tendrá) no decir sí el lunes», precisa un tercer diplomático, quien hizo referencia al riesgo de una guerra civil generalizada en este país de 8 millones de habitantes.

Desde principios de febrero, los disturbios en Haití provocaron unos 60 muertos y tienen al país más pobre de América a un paso de un desastre humanitario.

«Tenemos una situación de anarquía», dijo el domingo el alcalde de Puerto Príncipe, Rassoul Labuchin, en una entrevista con una radio francesa.

Aristide aceptó el sábado el plan de la comunidad internacional, que prevé una amplia limitación de sus poderes hasta el fin de su mandato en febrero de 2006 y la próxima realización de elecciones legislativas.

El plan prevé la creación de un grupo de tres personas representativas de Aristide, la oposición y la comunidad internacional, encargado de designar un consejo representativo de la diversidad de la sociedad haitiana. Ese organismo participaría del nombramiento de un nuevo primer ministro -neutral e independiente- y de un nuevo gobierno.

Incluye también la transferencia de poderes del presidente en materia policial al nuevo primer ministro, quien deberá supervisar el desarme de los grupos rebeldes y de los leales al partido oficialista Lavalas.

Las fuerzas de Policía -alrededor de 5.000 hombres en la actualidad- serán reorganizadas y entrenadas bajo el control de la ONU o de la Organización de Estados Americanos (OEA).

[b]MISIÓN PRESIONA A LOS OPOSITORES [/b]

PUERTO PRINCIPE (AFP).- La comunidad internacional multiplica sus gestiones para la oposición acepte un plan para superar la crisis de Haití que ya fue acogido por el presidente Jean Bertrand Aristide.

La oposición persistía este domingo en rechazar ese plan impulsado por Estados Unidos y que prevé respetar el mandato de Aristide, que expira en 2006, aunque se le recortan algunos de sus poderes como forma de apaciguar al país más pobre de América que desde hace dos semanas vive un caos político que cobró casi 60 muertos.

«Nuestra posición es una posición de principio y todas las presiones del mundo no nos harán cambiar de opinión», subrayó a la AFP el socialista Serge Gilles, uno de los responsables de la Plataforma que nuclea a organizaciones de la sociedad civil y partidos de oposición.

«Si Aristide pasa más tiempo en el poder, tanto más grande será la catástrofe», dijo.

«Estando de acuerdo con lo esencial del plan, tenemos una divergencia fundamental con esa propuesta, pues no prevé la dimisión de Jean Bertrand Aristide», agregó sobre esa iniciativa promovida por un grupo de países y organismos encabezados por Estados Unidos.

Las presiones sobre la oposición se mantendrán durante el domingo pues los promotores del plan esperan una respuesta formal y definitiva antes del lunes a las 22H00 GMT.

«Habrá muchos llamados telefónicos y reuniones aquí, pero también entre Puerto Príncipe y las capitales extranjeras», destacó un diplomático en la capital haitiana.

La oposición remitirá una respuesta por escrito, con toda probabilidad al embajador estadounidense en Puerto Príncipe, a quien «le llegaron mensajes muy fuertes, pero la situación no parece buena por el momento», afirmó otro diplomático.

Aristide aceptó el sábado el plan de paz tras dos horas de discusiones con los mediadores internacionales.

«Acepto el plan pública y totalmente … en una palabra, sí», dijo Aristide, y añadió que «hemos dado nuestra respuesta por escrito».

El plan -diseñado por Estados Unidos, Canadá, Francia, la OEA y la Comunidad del Caribe (Caricom)- respeta el mandato de Aristide, que vence en febrero de 2006, pero reduce sus poderes en forma significativa al contemplar una repartición de poderes, con el nombramiento de un nuevo primer ministro, neutral e independiente.

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