BAGDAD (AP).- Varios atacantes chiís ocuparon una comisaría de policía en Nayaf y la retuvieron el jueves por dos horas, muriendo seis iraquíes además de quedar heridos otros 29, dijeron fuentes médicas y varios mandos milicianos.

Son los primeros combates desde un acuerdo para el cese de hostilidades allí.

Mientras tanto, el primer ministro interino de Irak prometió respetar la constitución interina.

Igualmente el jueves, varios milicianos que dijeron pertenecer a un grupo islámico integrista mostraron a cuatro rehenes turcos que dijeron haber capturado en Irak, y exigieron que las empresas turcas cesen todos los negocios en Irak y retiren a su personal del país.

El caos barrió la ciudad meridional de Nayaf cuando los milicianos leales al clérigo integrista Muqtada al-Sadr ocuparon la comisaría de policía de Ghari, que se encuentra a unos 250 metros de la mezquita del Imán Alí, dijeron varios testigos. La comisaría fue saqueada y fueron incendiados varios vehículos policiales.

«Despachamos una unidad de reacción rápida para ayudar a los policías que defendían la comisaría, pero fueron superados por los milicianos de al-Sadr», dijo el gobernador de Nayaf Adnan al-Zurufi. «Solucionaremos este problema lo antes posible. De ser necesario, pediremos la ayuda de los estadounidenses».

Horas después se retiraron las fuerzas de al-Sadr y desaparecieron de las calles de la ciudad. Los saqueadores robaron el contenido de varios vehículos. Un hombre efectuó disparos al aire para restaurar el orden, sin conseguirlo.

Mientras tanto, la lucha amainó el jueves en torno a la comisaría principal de policía, atacada el miércoles por la noche.

Las fuerzas estadounidenses no participaron en el enfrentamiento, y no quedó en claro si fue el fin de la tregua que mediaron en Nayaf los líderes chiís y la milicia de al-Sadr, o una consecuencia de la campaña policial contra la delincuencia común de la ciudad.

La policía y varios testigos dijeron que el problema comenzó cuando las autoridades intentaron detener a varios sospechosos de hurto en una estación de autobús cercana a la comisaría.

Uno de los asaltantes fue muerto cuando la policía devolvió el fuego, dijo el vocero de al-Sadr, Qais al-Khazali.

«Intentamos convencerles para que cesen de disparar», dijo al-Khazali. «Seguimos comprometidos a una tregua».

Dos de los cuatro muertos era milicianos de al-Mahdi, y varios más resultaron heridos, agregó al-Khazali.

El primer ministro interino Iyad Alaui patentizó su indignación por las continuas interrupciones del servicio eléctrico en el periodo de transición, y pidió al público que permanezca vigilante ante los ataques contra los oleoductos y redes de electricidad. Agregó que los combatientes extranjeros han seleccionado la infraestructura del país, pero sin ofrecer prueba alguna.

Alaui dijo que los saboteadores perpetraron 130 ataques contra los oleaductos iraquíes en los últimos siete meses y agregó que más de 200 millones han sido «robados de los bolsillos» de los iraquíes.

«Estos saboteadores no son combatientes por la libertad. Son terroristas y combatientes extranjeros opuestos a nuestra propia sobrevivencia como estado libre», indicó el político.