Rebeldía griega ante Bruselas genera esperanzas

Rebeldía griega ante Bruselas genera esperanzas

pronostican una sesión muy dinámica este lunes en la Bolsa de Atenas, que reabrirá tras haber estado cinco semanas cerrada, esto en tanto se prepara un tercer plan de ayuda internacional a Grecia, país con una enorme deuda y escasa liquidez, archivo

Christina Zografou no estaba entre los miles de atenienses que se congregaron en la plaza Syntagma el domingo para apoyar al primer ministro Alexis Tsipras.

Ello no se debió a que la estudiante universitaria de 21 años no esté de acuerdo con los esfuerzos de este gobierno que lleva tres semanas en el poder sino a que Zografou está más preocupada que esperanzada respecto a lo que pueda lograr Tsipras.

El pasado, las conversaciones entre Grecia y sus acreedores europeos fracasaron luego de que el gobierno de Tsipras dijera que la propuesta de la zona euro de extender los compromisos de rescate existentes era “absurda” e “inaceptable”.

“No soy optimista respecto a que este gobierno no acabe como los demás; no están preparados”, dijo Zografou.

“Las concentraciones muestran lo agotada que está la sociedad griega, muestran que es una sociedad que está al límite”, señaló.

Si bien las encuestas de opinión de Grecia indican que el nuevo gobierno tiene un apoyo sin precedentes, también muestran una corriente subterránea de preocupación.

Una encuesta de Kapa a 1.015 griegos publicada el día de la manifestación reveló que la esperanza era el sentimiento mayoritario elegido para definir el manejo de la crisis por parte de Tsipras desde los comicios. El segundo sentimiento más frecuente era la preocupación.

Las marchas “colocan una carga aún más grande sobre los hombros del gobierno para que consiga un ‘nuevo acuerdo’ para Grecia”, dijo Spyros Economides, profesor de la London School of Economics. “Si este no cumple, el apoyo del electorado rápidamente podría debilitarse”.

El nuevo gobierno antiausteridad de Grecia quiere dejar el actual programa de rescate, al que atribuye las penurias económicas del país, y reemplazarlo por un nuevo plan, obteniendo al mismo tiempo financiamiento puente para evitar la suspensión de pagos de su deuda internacional.

El plan, que incluiría un aumento de salarios y la reincorporación de los empleados públicos, no cuenta con gran apoyo entre los acreedores del país.

Alemania, el mayor contribuyente a los rescates de 240.000 millones de euros (US$272.000 millones) de Grecia y el principal defensor de la reforma económica y de recortes de presupuesto a cambio de ellos, insiste en que el gobierno de Tsipras se comprometa a prolongar el actual programa de rescate, que vence el 28 de febrero.

Sin un acuerdo, a Grecia podría agotársele el dinero, obligando a Tsipras a pensar en incumplir su promesa al electorado de impedir que el país abandone la moneda única.Si se le pregunta a Zografou qué cree que tiene que pasar, se encoge de hombros. “Ojalá lo supiera”, dice.

 

 

 

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas