BRASILIA (EFE).- La recaudación de impuestos en Brasil creció un 10,36 por ciento en el primer semestre del año pese a las promesas del presidente Luiz Inácio Lula da Silva de no aumentar la carga tributaria, informaron ayer fuentes oficiales.

Los tributos y contribuciones cobradas por el gobierno federal (central) de Brasil sumaron 153.745 millones de reales (unos 51.248 millones de dólares) entre enero y junio de 2004, informó hoy la administración federal de impuestos.

El valor de la recaudación en el primer semestre superó en un 10,36 por ciento el del mismo período del año pasado en términos reales, es decir, ya descontada la inflación del período.

En ese aumento contribuyó especialmente la recaudación de junio, que sumó 26.566 millones de reales (unos 8.855 millones de dólares) y fue récord para el sexto mes del año. Ese valor superó en un 28,33 por ciento el de junio del año pasado en términos reales.

La carga tributaria ya había crecido en 2003, primer año de gobierno del socialista Luiz Inácio Lula da Silva y quien prometió durante su campaña electoral reducir los impuestos, especialmente los que encarecen la producción.

Según cálculos del Instituto Brasileño de Planificación Tributaria, la carga impositiva del país en 2003 fue equivalente al 36,11 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), contra un 35,84 por ciento en 2002, último año de gobierno del socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso (1995-2002).

Esa carga tributaria incluye, además de los impuestos y contribuciones cobradas por el gobierno federal (cerca del 70 por ciento del total), los gravámenes exigidos por gobiernos regionales y municipales.

La divulgación del aumento de la recaudación tributaria en el primer semestre y de los ingresos récords del fisco en junio aumentó la polémica por el anuncio hecho la semana pasada por el Gobierno de que pretende elevar las contribuciones que cobra a las empresas sobre la nómina de los empleados.

El anuncio de que el impuesto para financiar la seguridad social aumentará del 20 por ciento al 20,6 por ciento de la nómina mensual fue duramente criticado por los empresarios y por legisladores, incluyendo importantes aliados de Lula como el presidente de la Cámara Baja, el diputado socialista Joao Paulo Cunha.

Igualmente fue criticado por José Genoinho, presidente del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), la formación socialista que en cuatro oportunidades postuló la candidatura de Lula a la presidencia.

 «No vemos con simpatía el aumento de la carga tributaria. Hay que pensar en compensaciones porque el aumento de los impuestos termina inhibiendo el desarrollo económico», afirmó Genoino.

«Este gobierno definitivamente piensa que gobernar es sólo aumentar impuestos. Ya nos acercamos al 40 por ciento del PIB. Basta», dijo por su parte el portavoz del conservador y opositor Partido del Frente Liberal (PFL), José Agripino Maia. EFE