El Fondo Monetario Internacional ve muchas posibilidades de que se produzca una nueva recesión mundial. El Banco Mundial también. Muchos expertos en economía y finanzas han hecho pronósticos similares. Las finanzas en Estados Unidos y la Unión Europea no andan con buen pie y esto resiente los mercados de valores y plantea un serio riesgo para el comercio internacional. El efecto sobre las economías puede ser dramático.
¿Cómo nos moveríamos en este contexto de cuasi inminencia? El FMI y el Banco Mundial, que miran atentos a 2012 como posible año de crisis, recomiendan a los países adoptar políticas restrictivas en materia de gasto público. 2012, por ser año de las elecciones presidenciales de este país clientelista, podría demandar mucho gasto público para darle impulso a la fórmula electoral del partido oficialista. Así se ha hecho otras veces. ¿Qué hacer, entonces, con los consejos del FMI y el Banco Mundial?
El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo, Temístocles Montás, cree que ante esta incertidumbre el Gobierno debe manejar la economía con prudencia, por medio de políticas que garanticen estabilidad para que no se pierda la confianza. Pero su defensa al nivel de gastos de los últimos dos años parece dejar fuera de la fórmula la potencial crisis frente a las demandas de gasto del año electoral. He ahí el dilema.
Mucho ojo con esas tres
El país está en el foco de incidencia de tres enfermedades que han costado muchas vidas en el continente y particularmente aquí.
Los brotes de Dengue, malaria y cólera han motivado que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertara sobre la necesidad de adoptar medidas de prevención para evitar contagio.
El cólera ha sido la enfermedad que más ha perturbado al país en por lo menos un año, pero eso no significa que debamos minimizar la atención sobre el dengue y la malaria.
Las autoridades sanitarias deben agotar esfuerzos para enseñar a la población métodos que le permitan disminuir las posibilidades de contagio de estas y otras enfermedades. Integrar a la población en la solución sanitaria ayudaría significativamente a disminuir el número de afectados por estas enfermedades que motivan el alerta de la OPS.