Receta contra pobreza extrema

Receta contra pobreza extrema

La bonanza de la economía nacional no guarda su mejor relación con los altos niveles de pobreza extrema y exclusión social. Tampoco la estructura fiscal de esa flamante economía está acorde con la necesidad de aumentar los ingresos fiscales para mejorar el impacto directo sobre la pobreza. Y es baja la incidencia sobre la pobreza que tiene una proporción bastante alta de los subsidios sociales pagados por esa misma economía.
El informe “Política fiscal y redistribución en la República Dominicana”, elaborado para el Banco Mundial, hace una disección de la estructura económica del país y el comportamiento de sus principales factores para concluir en la impresión de que la pobreza extrema es alta a pesar del crecimiento económico, que muchos subsidios no llenan los cometidos originales y que la estructura fiscal necesita reingeniería para mejorar la captación de ingresos.
El estudio divulgado ayer por la representación local del Banco Mundial sugiere duplicar el impacto directo de la economía sobre la pobreza extrema, reducir la evasión y mejorar la captación de impuestos, un reenfoque de subsidios como el de la electricidad y revisar aspectos medulares de la política de inversión social, entre otros cambios estructurales. Ante esta receta, es inevitable recordar asignaturas pendientes de la Estrategia Nacional de Desarrollo.

Trabas para el desarrollo

Las telecomunicaciones son una de las herramientas que todo Estado debe facilitar para impulsar el desarrollo, pero en nuestro país se obstaculiza su uso mediante cargas fiscales exorbitantes. Basta decir que ostentamos el tercer lugar en Lationoamérica y el décimo quinto en el mundo con los impuestos más elevados a los servicios de telecomunicaciones, estando la internet entre los más costosos.
Las telecomunicaciones son un negocio muy rentable para quienes invierten en la explotación de este servicio. Pero es insólito que el Estado, que debe ser el principal facilitador de herramientas para el progreso, sea responsable, en gran medida, del alto costo de estos servicios, tanto por la fuerte carga fiscal que les aplica, como por regulación inapropiada. Es tiempo de hacer reajustes en este campo.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas