La Fundación por los Derechos del Consumidor (Fundecom) consideró que de producirse un aumento en el precio del litro de leche a los ganaderos, el consumidor preferirá comprar la leche que viene del extranjero en base a los acuerdos del DR-CAFTA, como forma de defender su frágil economía familiar y en busca de mayor calidad.
Recordó que el precio de la leche no está sujeta a controles de precio, como ocurre con la energía eléctrica, los combustibles y el azúcar, por lo que rige la ley de oferta y demanda, amén de que como se ofertan leches de calidades diferentes, los precios no pueden ser homogéneos y siempre se debe pensar en el daño que se produciría a niños y ancianos, que son vulnerables a variaciones hacia arriba en los precios de ese producto.