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LOS ANGELES (AFP) .- El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, rechazó el pedido de Washington de duplicar las tropas de la Guardia Nacional de su Estado en la frontera con México para controlar la migración ilegal, indicaron ayer sábado a la prensa fuentes de la gobernación.
El gobernador no siente que sea oportuno enviar tropas adicionales fuera del Estado, indicó Adam Mendelsohn, director de comunicaciones del gobernador de California al diario Los Angeles Times.
Según la misma fuente, la gobernación de California considera que si se envían oficiales de la Guardia Nacional local a la frontera con México, el estado estaría vulnerable si se presenta una situación de emergencia, como un terremoto o incendios.
California se comprometió a desplegar 1.000 soldados a lo largo de la frontera desde el próximo 31 de julio, y esta semana se desplazaron los primeros 250 efectivos.
La medida anunciada por el mandatario George W. Bush pretende reforzar los cerca de 3.100 kilómetros de la frontera entre Estados Unidos y México, mientras que el contingente de guardias de frontera será aumentado en 6.000 hombres desde el 1 de agosto.
De acuerdo al diario, la Casa Blanca habría pedido a California 1.500 soldados más. La oficina de la Gobernación de California, contactada por la AFP este sábado, no ha reaccionado al tema.
Schwarzenegger criticó desde un principio el plan lanzado por el presidente, ambos del partido republicano, y viajó el miércoles a la frontera en San Diego, y volvió a arremeter contra Washington por haber fracasado en resolver la crisis nacional de la inmigración ilegal.
Tras haber calificado el plan de Bush como una medida de paños fríos, el gobernador, ex actor de Hollywood, cedió a enviar tropas tras alcanzar un acuerdo con las autoridades federales sobre el despliegue y asegurarse de que todos los gastos de la misión serán pagados por el gobierno federal el 31 de diciembre de 2008.
La oposición de Schwarzenegger a Bush coincide en un año electoral por la gobernación de California en noviembre, cuando aspira a la reelección en un Estado cuya población hispana supera el 34%.
Según sondeos recientes, el gobernador que ha tenido una relación difícil con la comunidad hispana, cuenta con un 25% de su apoyo para las elecciones, lo que representa 7 puntos por debajo del respaldo en 2003 cuando ganó.
El plan de refuerzo fronterizo se produce cuando se discute en Washington la reforma migratoria que divide profundamente a los republicanos, muchos de los cuales temen que una legalización de los indocumentados les haga perder votos en las legislativas de noviembre.
Bush apoya el proyecto de ley bipartidista aprobado por el Senado, que busca además mejorar la seguridad fronteriza y crear un programa de trabajadores temporarios.
