Hoy 
POR PEDRO GERMOSEN
El presidente de la comisión senatorial de Asuntos Agropecuarios pidió ayer al Congreso de Estados Unidos que no apruebe la ley que crea un nuevo impuesto al cigarro, por las graves consecuencias sociales que tendría para países productores de tabaco como República Dominicana.
El senador Amílcar Romero (PLD-Duarte) dijo que si los legisladores norteamericanos continúan con la propuesta impositiva estarían condenando a uno de las industrias que más empleo aporta en zonas del país con elevado índice de pobreza.
Señaló que el cigarro criollo, que ha ganado fama internacional, se vería gravemente afectado, representando pérdidas para el sector estimadas en más de US$100 millones.
Manifestó que se mantiene en comunicación con el embajador dominicano en Washington, Flavio Darío Espinal, para encaminar ante el Senado de EEUU la preocupación de los productores dominicanos.
Igualmente, que ha expresado la misma inquietud a la sección de negocios de la embajada de Estados Unidos en el país, en espera de que se encaminen los esfuerzos que sean necesarios para evitar que se continúe con la iniciativa impositiva.
Informó que se ha reunido con varios miembros de la Asociación de Productores de Cigarros (PROCIGAR) quienes le han expresado su intranquilidad por el futuro del cigarro dominicano si se aprueba la nueva carga impositiva.
Sostuvo que en el país se cultivan más de 300 mil tareas que solo son aptas para la producción de tabaco en las zonas del Cibao y la Línea Noroeste.
Romero expresó que de aprobarse la propuesta legislativa se le daría un duro golpe a un sector que genera más de 25 mil empleos directos, debido a que se trata de una industria artesanal.
El congresista añadió que esto agravaría el desempleo en el país, desde ya afectado por la reducción que vive el sector de las zonas francas.
El impuesto, iniciativa del senador Charles Grassley, gravaría los puros y el tabaco de mascar. El impuesto afectaría a miles de agricultores dominicanos.
