La secretaria de Industria y Comercio, Sonia Guzmán de Hernández, consideró ayer que sería una posición poco seria del país si acepta la petición de la Asociación de Industrias de la República (AIRD) de que el Tratado de Libre Comercio (TLC) que negocia con los Estados Unidos entre en vigencia a partir del año 2007.

Guzmán de Hernández expresó, además, que «dos o tres industriales no pueden hablar por todo el sector industrial y por todo el país».

La funcionaria habló con los periodistas luego de una reunión-almuerzo con los directivos de la AIRD, a quienes entregó una comunicación de respuesta a la propuesta de esa entidad, de que se posponga para el 2007 la entrada en vigencia del TLC con los Estados Unidos, cuyas negociaciones se inician en esta capital, la próxima semana.

En su carta al presidente de AIRD, Lisandro Macarrulla, la funcionaria expresa que “lo que esperamos de esa entidad es que nos indique las estrategias sectoriales de sus representados y nos dé orientación concreta sobre cómo sugiere que sean conducidas estas estrategias, para buscar el mejor negocio posible”.

Macarrulla declaró que es imposible para el sector industrial, llevar las reconversiones requeridas para insertarse en este acuerdo, cuando está pagando tasas de interés bancarias sobre 30% y 40%, “mientras se limita nuestra capacidad exportadora con impuestos a las exportaciones de 5%, y se encarecen los insumos y los bienes de capital, con gravamen de 2% y una comisión cambiaria de 10%”.

En su documento, la titular de Industria y Comercio indica que “desde el inicio de las negociaciones, hemos anunciado que la estrategia oficial será de fuerte ofensiva para lograr nuestros objetivos, respaldando los defensivos de nuestros productores, siempre que los mismos sean articulados de forma clara y sobre una base sustancial”.

La secretaria de Industria y Comercio señala que una solicitud para la postergación general de la entrada en vigencia del TLC con los Estados Unidos, “conduciría a postergar el desarrollo dominicano, incluido el desarrollo de algunos sectores industriales y agrícolas, por la falta de instrumentos de apoyo al desarrollo realmente efectivo”.

Dice entender que el objetivo que la AIRD desea lograr para algunos sectores, puede ser alcanzado de manera efectiva en la mesa de negociación, “siempre que contemos con el respaldo de la información comercial que ustedes deben suministrar oportunamente”.

Sostiene que, obviamente, siempre es posible asumir que podrían presentarse lapsos de tiempo entre la terminación de las negociaciones y la implementación de ciertos sectores, que también pueden conducir a fechas razonables para que se cumplan las condiciones para la entrada en vigor del acuerdo.

Guzmán de Hernández manifiesta, además, que “a horas de comenzar este histórico evento, les reitero nuestro ánimo de continuar trabajando estrechamente como lo hemos hecho hasta ahora, sobre la base de criterios sólidos que nos permitirán generar un buen resultado de estas negociaciones”.

Indica que los objetivos en las negociaciones comerciales no se obtienen a través de posiciones pasionales, sino de posturas firmes y estrategias bien ponderadas y claras que arrojen un balance positivo.

Señala que todos los elementos que hoy afectan la productividad comercial, serán oportunamente resaltados en las negociaciones, “como parte de nuestra estrategia, al igual que los serán todos los insumos sectoriales que ustedes nos sigan suministrando”.

Expresa que además, “después de la actitud del presidente Hipólito Mejía, que con firmeza, voluntad y decisión y apoyado por el sector privado de la nación, logró que los Estados Unidos, sin tenerlo en agenda, accediera a negociar bilateralmente con la República Dominicana para firmar eventualmente el TLC CAFTA Plus y después de un año y medio y seis rondas de intercambio en el marco del Convenio de Comercio e Inversión, sería una posición de nuestro país muy poco seria, plantearle a nuestro principal socio comercial que aún cuando iniciaremos las negociaciones para un TLC dentro de 72 horas, que este tratado entre en vigencia a finales del 2007”.

La funcionaria manifiesta que el gobierno ha venido trabajando de manera ardua en la integración del país en los esquemas de comercio exterior que aseguren los objetivos de obtener el desarrollo a través del comercio, mitigar la pobreza, expandir el comercio competitivo, reconvertir las industrias dominicanas apoyados en un plan de competitividad y cooperación, modernizar las aduanas y las prácticas comerciales que impulsarán las exportaciones.

Además obtener insumos y materias primas a bajo costo, modernizar la administración pública a través de mecanismos que aseguren la transparencia y que aspiran a que esto se traduzca en beneficio para todos los dominicanos.

Precisa que sobre todo, “hemos tenido como objetivo negociar, perseguir aquellos acuerdos comerciales que puedan traducirse en un beneficio neto para nuestra economía”.