Representantes de diferentes sectores han rechazado la decisión del equipo del gobierno entrante de acoger una propuesta de la banca que sustituye el impuesto a los intereses que generan los depósitos por el establecimiento de un impuesto a todas las transacciones bancarias, incluidas las operaciones de tarjeta de crédito y los salarios cobrados vía cajeros automáticos.

Sobre el tema, el empresario Rafael Alvarez Crespo favoreció que sea mantenido el impuesto a los depósitos, aunque sea con una tasa más baja, y que no sea sustituido por el nuevo impuesto propuesto para las operaciones bancarias.

Consideró que sería más justo un gravamen al ahorro, con una tasa más baja a la propuesta, que podría ser de un 10 por ciento.

Planteó que la propuesta de establecer un impuesto a todas las transacciones bancarias sería una medida muy fuerte para las compañías y los individuos, e hizo un llamado a los legisladores para que ponderen muy bien dicha iniciativa, antes de ser aprobada.

Igual reacción había tenido el presidente de la Federación Dominicana de Comerciantes (FDC), Iván de Jesús García, quien advirtió recientemente que la ampliación del impuesto a los cheques a los cheques de un mismo banco y a las transferencias electrónicas bancarias tendría un costo altamente oneroso para el sector comercial y llevarían a muchos negocios a la informalidad.

García consideró que se incrementaría de manera considerable los costos con los cuales trabaja el sector comercial organizado.

Planteó que eso tendría «un efecto perverso para las operaciones comerciales» y llevaría a la informalidad una gran cantidad de negocios que operaban con bajo margen de intermediación.

Considero que si se aplica el impuesto en esa forma, muchos negocios se inclinarían a operar con dinero en efectivo, lo cual traería un incremento en el riesgo de que el sector comercial enfrente mayores problemas de robos y atracos.

Consideró que «todos los sectores deben aportar una cuota de sacrificio, pero no como se está planteando con el impuesto a los cheques y las transferencias bancarias».

Consideró que para las empresas que hacen la mayor parte de sus opoeraciones a través de cheques y transferencias bancarias, el impuesto sería demasiado gravoso y les dificultaría continuar operando con normalidad.

El presidente de la FDC dijo que el sector comercial aceptó como cuota de sacrificio el 0.15 por ciento a los cheques, pero que  ampliar la base a todas las operaciones bancarias causaría una mayor recesión en la actividad comercial y, al final, provocaría el despido de muchos empleados, para no tener que transferir los incrementos de costos a los consumidores».

Asimismo, el vicepresidente del Senado, doctor Juan Morales, y los voceros de los bloques de diputados reformista y de la Fuerza Nacional Progresista, Luis Emilio Reyes Ozuna y el licenciado Pelegrín Castillo, respectivamente, se opusieron ayer al cobro del 1.5 por cada mil pesos a los salarios que se cobran a través de los cajeros automáticos.

El empresario se quejó de que con una medida de esta naturaleza, se penalizaría  todo tipo de transacción de servicios.

 «Somos de opinión que se deben buscar fuentes alternas», añadió.

Consideró preferible gravar los beneficios de los ahorros de las cuentas bancarias, aunque no sea en un porcentaje de 15% a 25% como se ha planteado, sino en un 10″, por ejemplo, agregó.

Se refirió al tema, al ser consultado sobre la iniciativa de que, según se ha informado, mediante una modificación al proyecto de ley de reforma fiscal, que habría sido hecha por el Partido de la Liberación Dominicana a través de un adendum enviado el pasado martes al Congreso, se recomienda ahora que se aplique un impuesto de RD$1.5 por cada RD$1000 al salario de los empleados que retiren dinero en los cajeros automáticos de los bancos, entre otras medidas.

Alvarez  Crespo refirió que según se informó ayer en un diario de circulación nacional, se gravarían todas las transacciones bancarias, incluidas las operaciones personales y de compañías.