Rechazan decisión de Bremer

Rechazan decisión de Bremer

BAGDAD, (EFE).- La mayoría de los religiosos chiíes de Irak mostraron ayer su desacuerdo con la decisión del Administrador Provisional, el estadounidense Paul Bremer, de no aceptar la ley islámica como fuente legal en la nueva Constitución.

La polémica sobre la redacción de la Carta Magna coincidió con un nuevo ataque terrorista contra las fuerzas de ocupación, que hirió a dos soldados estadounidenses cerca de la conflictiva localidad de Faluya, al oeste de Bagdad.

Además, la Policía iraquí sigue en estado de máxima alerta ante el temor de que la violencia vuelva a rebrotar mañana, día en que comienza el año nuevo musulmán.

En las mezquitas, esta mañana retumba el clamor de los clérigos chiíes contra lo que consideran un ataque a sus derechos y a sus creencias.

Desde los púlpitos, una frase reiterada «sólo los iraquíes tiene derecho a decidir que tipo de Constitución debe regir el país» tras la salida de las autoridades de ocupación.

«Nosotros los iraquíes tenemos la prioridad de definir el tipo de Constitución», dijo durante el rezo comunitario el jeque Mohamed al-Hijry, el imán de la mezquita Al-Jilali, de Bagdad.

La disputa por la inclusión del Islam y la Sharia (ley islámica) como fuente legal en la nueva Carta Magna iraquí la desataron esta semana miembros del Consejo Provisional de Gobierno, que expresaron su intención de que así se reflejara.

Bremer contestó de inmediato que no estaba dispuesto a rubricar una Constitución que no estableciera que Irak es un Estado laico con libertad religiosa y étnica.

El líder radical chií iraquí, el ayatolá Murtada Sadr, advirtió en un comunicado que está dispuesto a agitar una revolución armada contra las tropas estadounidenses si la nueva Constitución no establece el Islám como la única fuente de la legislación.

En un comunicado publicado hoy por el diario árabe internacional «Asharq al-Awsat», Sadr, cuya influencia política es escasa pero su poder de movilizar milicias es alto, calificó la decisión de Bremer de «flagrante y odiosa injerencia en los asuntos del país»

El clérigo advirtió que el pueblo iraquí «está capacitado para lanzarse contra sus enemigos» como hizo el pasado siglo contra el colonialismo británico, y demostró la insurrección chií de 1991 contra el régimen del presidente iraquí, Sadam Husein.

«Esas declaraciones demuestran el fuerte odio al Islám. Nadie más que el pueblo iraquí tiene derecho a intervenir en el tema de la Constitución», apostilló.

Las aspiraciones de los chiíes también se vieron cortadas esta semana tras el informe negativo revelado por el secretario general de la ONU, Kof Annan, sobre la posibilidad de celebrar elecciones antes de que el próximo 30 de junio Estados Unidos devuelva la soberanía a los iraquíes.

El ayatolá Ali Sistani, líder espiritual de la comunidad chií, mayoritaria en el país, exigió la consulta electoral, pero dijo que acataría el dictado de la ONU.

El pasado febrero, congregó en Bagdad a millones de chiíes en demanda del informe, hecho público el jueves.

El clima de crispación política coincidió hoy con un nuevo ataque de los insurgentes, que hicieron explotar un artefacto de fabricación casera al paso de un convoy militar norteamericano cerca de la conflictiva localidad de Faluya, a 50 kilómetros de Bagdad.

El mando estadounidense en la capital iraquí, que no ofreció más detalles, anunció además que un soldado murió en un «accidente de tráfico» en los alrededores de la localidad de Balad, a unos 60 kilómetros.

El soldado perdió la vida cuando abandonaba el país junto a sus compañeros de la «Fuerza Combinada Caballo de Hierro», una unidad de 30.000 hombres que comenzó a regresar a casa esta semana después de un año de servicio en Irak.

Por su parte, la Policía iraquí declaró el estado de máxima alerta, especialmente en las provincias de mayoría chií del sur del país, ante la posibilidad de ataques durante la celebración, mañana, del año nuevo musulmán.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas