Rechazan injerencia Venezuela

Rechazan injerencia Venezuela

LIMA (AFP).-  Perú y Bolivia sumaron sus críticas contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, a quien acusan de interferir en asuntos internos, en un enfrentamiento pocas veces registrado entre tres países socios de la Comunidad Andina y de la Comunidad Sudamericana de Naciones.

La guerra verbal tiene como protagonistas centrales al mandatario peruano Alejandro Toledo y a Chávez, pero su trasfondo son las supuestas pretensiones de liderazgo continental del mandatario venezolano en oposición a la influencia de Estados Unidos en la región.

La tensión diplomática -Lima llamó en consulta a su embajador el 4 de enero- se podría desinflar cuando los involucrados se entrevisten el 22 de enero en Bolivia, durante la ceremonia de asunción presidencial de Evo Morales.

Toledo ha anunciado que aprovechará esa ocasión para hablar con Chávez en un “cara a cara” en La Paz, para explicarle que no tiene derecho a inmiscuirse en la campaña electoral peruana apoyando a un candidato y criticando a otro, y menos evaluar su gestión presidencial.

El gobierno de Venezuela acusó a Toledo de ser un “fracaso” y Chávez respaldó la candidatura del nacionalista Ollanta Humala, calificando a la candidata derechista Lourdes Flores de ser la carta de la oligarquía en las elecciones peruanas del nueve de abril.

Aunque Morales es el otro lado de la moneda del saliente presidente interino Eduardo Rodríguez y es un aliado de Chávez, el miércoles las críticas del mandatario conservador evidenciaron el actual estado de ánimo hacia el líder venezolano.

La historia dejará constancia de que durante una semana Chávez puso en su contra a dos países andinos, antes de convertir a Bolivia en su nuevo aliado en América Latina.

En una de sus últimas declaraciones, Rodríguez dijo que “no somos parte de ningún protectorado” luego que Chávez advirtió el martes que “si alguien se atreve contra Evo Morales, estará Venezuela de pie apoyando al gobierno de Bolivia, gobierno legítimo, gobierno popular”.

“Somos un país pacífico, soberano, que tiene una absoluta y clara concepción de lo que es su soberanía, su autodeterminación y no necesitamos a nadie para decirnos cómo debemos conducirnos”, indicó Rodríguez al rechazar la advertencia de Chávez sobre una posible conspiración impulsada por Estados Unidos.

La ironía es que la controversia ocurre cuando Chávez preside la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) y en momentos que empezó a regir el 1 de enero la Zona de Libre Comercio entre los cinco socios tras 12 años de gestación luego que Perú culminó su incorporación.

“Venezuela preside la Comunidad y las declaraciones de Chávez inviabilizan su funcionamiento. Cómo concertar políticamente entre cinco socios (…) Cómo pretender un liderazgo cuando se cometen estos excesos”, afirmó el embajador peruano Eduardo Ponce en declaraciones al canal N de televisión.

Chávez es paralelamente un crítico de la Comunidad Andina y ha llegado a decir que ésta “no sirve para nada”, señalando su preferencia por el Mercosur, al que Venezuela se asoció a fines del 2005.

La Comunidad Sudamericana, que preside este año Brasil, ha guardado hasta ahora un discreto silencio, quizás para no atizar protagonismos regionales entre Chávez y el propio Luiz Inacio Lula da Silva.

El analista peruano Alejandro Deustua propuso que la OEA intervenga para detener los “ataques verbales” de Chávez contra los mandatarios que no simpatizan con sus ideas.

Deustua recordó que durante la Cumbre de las Américas en Mar del Plata, en noviembre de 2005, Chávez calificó de “cachorro del Imperio y entreguista de Estados Unidos” al presidente de México, Vicente Fox.

En enero del 2005, Chávez exigió que su par colombiano, Alvaro Uribe le pida perdón porque “violó flagrantemente la soberanía de Venezuela” al capturar en territorio venezolano al canciller de las FARC, Rodrigo Granda.

El saliente presidente de Chile, Ricardo Lagos, tampoco escapó al verbo flamígero de Chávez, quien lo llamó “mentiroso” por no decir la verdad en torno a las pretensiones de una salida marítima de Bolivia.

George W. Bush recibió también su artillería verbal: el presidente de Estados Unidos es un “loco, genocida y asesino”.

“Es necesario paralizar y neutralizar la permanente injerencia de Chávez en los países de la región”, sentenció Deustua.

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