POR ALTAGRACIA ORTIZ G.
 El  secretario de Salud Pública, doctor Bautista Rojas Gómez, sugirió ayer a las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) a  renunciar del negocio de la salud si les parece que el mismo no es  rentable y dijo esperar que en lo que concierne al Seguro Familiar de Salud (SFS) el gobierno no ceda a intereses de ningún grupo para empezarlo en la fecha prevista.

De su lado, Pedro Luis Castellanos, del Foro Ciudadano, Rafael (Pepe) Abreu, de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS) y  Enriquillo Matos, presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD)  concidieron en rechazar nuevas postergaciones del SFS.

Rojas Gómez consideró que el inicio del Seguro Familiar de Salud  es una especie de revolución esperada por  la gente más pobre, por lo que espera que el gobierno no ceda ante los intereses de grupos particulares.

“Pienso que si el negocio de la salud deja pérdida a esos grupos, lo ideal es que dejen el espacio y renuncien, pero se acabó el seguir sacrificando a los más pobres”, insistió el funcionario.

Para las ARS, la gente mayor de edad y los que tienen enfermedades “catastróficas”, la salud es un gasto y ellos sólo quieren ganancia, aseguró Rojas Gómez.

A su juicio, la sociedad debe hacer “lo que sea” para lograr que se respete su derecho a la salud.

De su lado Abreu y Castellanos fueron enfáticos en señalar que el Estado, el gobierno y la sociedad no pueden permitir que por intereses de grupos minoritarios se “torpedee” de nuevo el SFS.

Explicaron que se trata de un nuevo plan para detener la esperanza del país en términos de salud y que no se puede permitir que esos sectores tomen las decisiones que corresponden al Estado.

Abreu señaló que la intervención de sectores como las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) han sido tales que los actores del nuevo modelo de salud han tenido que hacer modificaciones al Plan Básico de Salud (PBS).

El representante del Foro Ciudadano y el vicepresidente de la CNUS instaron al Estado a asumir el rol que le corresponde como garante de la salud del pueblo.

“Esos grupos parecen insaciables, se les ha complacido en todo, pero llegó la hora en que el Estado imponga su voluntad política”, reiteró Abreu.

Castellanos  señaló  que si no entra el régimen contributivo de la Seguridad Social, dos millones de dominicanos estarían afectados, de los cuales más del  70 por ciento tiene muy bajo salario.

 De su lado, el presidente del CMD dijo que llegó la hora de que los sectores se definan, pues no es posible seguir postergando un modelo de salud que lleva años sin implementarse.

“Los actores del sistema deben ponerse de acuerdo, pero es hora de que el Estado y el gobierno asumen su responsabilidad con la salud de los dominicanos”, señaló Matos.

Expresó que ni los médicos ni las clínicas privadas pueden abandonar la red sanitaria, pues afectarían a millones de seres humanos.