Rechazan revisiones en México

Rechazan revisiones en México

MÉXICO (EFE).- Embarcar en un aeropuerto mexicano puede conllevar riesgos como el de morder un queso para demostrar que no es una bomba, lo que hace que los pasajeros se harten de las situaciones «humillantes», denunciadas por organismos humanitarios.

Las exhaustivas revisiones en los aeropuertos y la participación de agentes estadounidenses en las últimas semanas han generado polémica y enojo, que explotaron cuando el pasado miércoles una niña comenzó a golpear a un agente que quiso obligarla a descalzarse.

La pequeña lo golpeó con la muñeca que llevaba en las manos y casi se ganó el aplauso de otros pasajeros, uno de los cuales comentó «eso sí es valentía, ella sí se animó».

No se salvan de revisión ni los pañales de bebé, y mucho menos los perfumes en aerosol -que las mujeres deben ponerse frente a los agentes-, o los chocolates, que son decomisados por si en vez de comestibles son de plástico y ocultan algún artefacto explosivo.

Algunos pasajeros se enfurecen, como un hombre que partía hacia Bogotá y le obligaron a abrir y beber parte de una botella de tequila que llevaba de regalo.

Estas situaciones y los calificativos de «indignas» y humillantes» fueron constatadas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que lamentó que en el aeropuerto de la capital de México no se haya dejado actuar con libertad a sus observadores.

Para colmo del enojo, en un país con una población muy susceptible con el tema de la soberanía, la presencia de personal de Estados Unidos que supervisa las revisiones irrita aún más los ánimos.

Según fuentes aeroportuarias, hay agentes de ese país en al menos ocho aeropuertos mexicanos, entre ellos el de Monterrey, donde el lunes y martes próximos se celebrará la Cumbre de las Américas, con presencia del presidente estadounidense, George W. Bush.

«Las medidas aplicadas en los aeropuertos con la injerencia de agentes estadounidenses son una violación a la soberanía», señaló a la prensa Juventino Castro, magistrado de la Corte Suprema de Justicia.

En cambio, como dijo el miércoles en un acto público el presidente Vicente Fox «es una tarea muy normal, desde mi punto de vista, (pues) no viola en absoluto leyes y mucho menos nos quita soberanía».

«Lo que se hizo ahora es duplicar el esfuerzo ante información de posibles atentados, simple y sencillamente redoblamos la vigilancia y la vamos a mantener estricta hasta que estemos seguros que no haya estas amenazas», agregó.

El Congreso acordó la interpelación de los secretarios de Gobernación, de Comunicaciones y de Seguridad para que expliquen esas medidas de seguridad y la participación de estadounidenses.

Según señaló la senadora Silvia Hernández, del Partido Revolucionario Institucional, «cooperación sí, pero sin humillación, sin denigración».

El subsecretario de Gobernación, Armando Salinas Torre, aseguró que la presencia de agentes estadounidenses la decidió México por razones de «seguridad nacional, de protección a los pasajeros y a las aeronaves, así como por solidaridad internacional para evitar actos terroristas».

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