Rechazo de último recurso
apunta a final de batalla legal

Rechazo de último recurso <BR>apunta a final de batalla legal

Miami (EEUU), 26 mar (EFE).- El rechazo de un juez al último recurso de los padres de Terri Schiavo, en estado vegetativo, apunta al final de la batalla legal con su yerno por mantener a su hija con vida, pues se descartan más apelaciones a cortes federales.

Terri, quien ha sido mantenida en dicho estado durante los últimos quince años gracias a una sonda que la alimentaba, muere lentamente tras pasar ocho días sin recibir fluidos.

Mientras, su padre Bob Schindler ha hecho un llamamiento para que se haga algo porque, «no es demasiado tarde para salvarla».

El juez estatal de Florida George Greer rechazó hoy la última petición presentada hasta ahora, y que solicitaba para que se administraran a Schiavo líquidos para dar tiempo y estudiar si ella realmente había intentado hablar, tal como argumentaban sus padres.

Fue el mismo juez Greer el que hace ocho días ordenó que a Terri se le retirase la sonda, dando finalmente la razón al marido, que durante ocho años ha mantenido una lucha legal con sus suegros para que los tribunales autoricen que se deje morir a su esposa.

Poco antes de conocerse la decisión del juez, el padre de Terri había hecho hoy un llamamiento ante los medios de comunicación para que «cualquiera que tenga poder para salvarla haga algo y la salve».

En unas breves declaraciones delante del centro asistencial donde se encuentra su hija, en el condado de Pinellas, en la costa oeste de Florida, Schindler aseguró que Terri «lo está haciendo sorprendentemente bien dadas las circunstancias».

«Está luchando una tremenda batalla por vivir. No quiere morir», añadió el padre, quien dijo que a pesar de que su hija muestra síntomas de deshidratación e inanición, «no es demasiado tarde para salvarla».

La petición rechazada por el juez Greer indicaba que Terri Schiavo supuestamente emitió algunos sonidos que sus familiares interpretaron como un posible intentó hablar.

Según la moción, Terri con esos sonidos pudo haber querido decir «quiero vivir», por lo que se pedía al juez que se le administrara un mínimo de líquidos mientras se explorase esta posibilidad.

Los médicos han señalado en el pasado que los ruidos que emite la mujer, de 41 años, son normales en personas en estado vegetativo.

Por otra parte, uno de los abogados de los padres de Terri anunció que no habrá más apelaciones a tribunales federales, y que la última posibilidad estaba en los tribunales estatales de Florida.

El abogado David Gibbs declaró hoy que «no hay más apelaciones federales» en el caso, ya que «no hay nada más que pueda llevarse ante los tribunales federales».

Sin embargo, Gibbs no dejó claro si la decisión del juez Greer será apelada a instancias superiores a nivel estatal.

El gobernador de Florida, Jeb Bush, ha dicho que ya ha hecho todo lo posible legalmente para apoyar a los padres.

La moción sobre el presunto intento de hablar era el último recurso presentado hasta ahora por los padres de Terri, después de que ayer un juez federal y un tribunal federal de apelaciones de Atlanta rechazaran nuevos recursos para que se reconectara la sonda a su hija, con el argumento de que se viola su derecho a la vida.

Los expertos han dicho que Terri, que sufre un daño cerebral severo que la mantiene en un permanente estado vegetativo, podría aguantar otra semana más sin recibir alimentos ni agua antes de morir.

Según las personas que le han visto, la mujer, de 41 años, tiene una respiración cada vez más débil; su piel se ha tornado escamosa; sus labios y lengua están resecas, y sus ojos hundidos.

Michael Schiavo, el esposo de Terri, insiste en que antes de caer en ese estado, ella había manifestado su deseo de no querer ser mantenida en vida de forma artificial, aunque no hay constancia escrita de ello.

Sus abogados habían calificado la moción acerca del supuesto intento de Terri de hablar de simplemente «una apelación emocional».

Por otra parte, el FBI (policía federal) anunció que ayer, viernes, detuvo a Richard Meywes, un hombre de Carolina del Norte que supuestamente había ofrecido 200.000 dólares por asesinar a Michael Schiavo, y otros 50.000 por la muerte de un juez relacionado con el caso.

Meywes ha sido acusado de intentar contratar a un asesino a sueldo y de amenazas, ya que había enviado correos electrónicos a varios medios de comunicación. EFE

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