Chicago (EE.UU.)- El independentista puertorriqueño Óscar López Rivera fue recibido hoy como héroe por la comunidad boricua de Chicago (Illinois, EE.UU.), que incluso inauguró una calle honoraria con su nombre.
López Rivera, de 74 años, regresó al barrio Humboldt Park en Chicago un día después de salir libre de su arresto domiciliario en Puerto Rico en el apartamento de su hija en el área capitalina de Santurce y ser recibido por sus seguidores con vítores en la Plaza La Convalecencia en el casco del sector sanjuanero de Río Piedras.
A su llegada hoy a Chicago, el independentista también fue paseado con música por las calles y vitoreado por una multitud que agitaba banderas puertorriqueñas hasta llegar a la inauguración de la calle que lleva su nombre en el cruce de Division y Mozart, cerca del Paseo Boricua y en el corazón del barrio al que llegó a los 14 años de edad.
Tras la inauguración de la calle, López asistió a un evento comunitario en La Casita de don Pedro, denominado “Regresa el patriota a su barrio”, donde se encontró con sobrinos y otros familiares, y agradeció muy emocionado el recibimiento diciendo que Chicago era su “segunda patria».
El congresista por Illinois Luis Gutiérrez, de padres puertorriqueños, llamó a López Rivera “patriota y héroe para todos los puertorriqueños en todo el mundo».
El legislador, que acompañó a Rivera en el vuelo de regreso a Chicago, dijo que trabajó durante toda su carrera política para lograr la libertad del activista y verlo caminar por las calles de la ciudad “como un hombre libre».
López Rivera se unió en 1976 a las Fuerzas Armas de Liberación Nacional (FALN), una formación que en la década de 1970 cometió actos de sabotaje para favorecer la independencia de Puerto Rico, en especial en el área de Chicago. Fue detenido en 1981 y sentenciado a 55 años de cárcel por los cargos de conspiración sediciosa contra el Gobierno de Estados Unidos, uso de la fuerza en robo, transporte de armas y de explosivos con la intención de destruir propiedad gubernamental.
Sumó a su condena 15 años en 1991 por un intento de fuga, y en 1999 se negó a aceptar el indulto que le concedió el entonces presidente Bill Clinton. A tempranas horas de este miércoles, las autoridades federales en la isla caribeña le retiraron el grillete electrónico que cargaba y dieron por concluido su tiempo como prisionero, luego de que el 17 de enero el expresidente Barack Obama le diera el perdón absoluto, después de más de 35 años preso en cárceles en EE.UU. por conspiración sediciosa.
Durante la ceremonia de hoy en Chicago también hubo forcejeos y empujones entre un grupo de seguidores de López Rivera y por lo menos dos hombres que, a gritos, lo llamaron terrorista mientras repudiaban el homenaje.