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Distinguidas personalidades acompañaron ayer a los familiares de doña Aida Mercedes Batlle de Bonelly, viuda del ex presidente de la República Dominicana Rafael Filiberto Bonelly Fondeur, cuyos restos recibieron cristiana sepultura en el cementerio Cristo Redentor.
El cortejo fúnebre partió desde la capilla La Paz de la Funeraria Blandino de la Abraham Lincoln hasta el cementerio Cristo Redentor. Los restos de la ex primera dama de la República descansan en un nicho al lado de la sepultura del ex presidente Bonelly.
El vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, asistió ayer al velatorio para expresar sus condolencias a los familiares de la ex primera dama, quien falleció en su hogar a la edad de 101 años.
Mientras que Llena Moisés Franco, presidente de la Confederación del Canadá; Jacqueline Malagón, el sacerdote Jorge Jara, Luis Scheker Ortiz y el periodista Ubi Rivas coincidieron en resaltar las grandes cualidades de la extinta dama.
A nombre de la familia hablaron su hijo, el doctor Juan Sully Bonelly, quien resaltó la lucidez que mantuvo su madre hasta la hora de su muerte, mientras que su hermano Cosme Batlle pronunció las palabras de agradecimiento a todas las personas que les acompañaron en el último adiós a doña Aida.
La ex secretaria de Educación Jacqueline Malagón definió a doña Aida como una persona de una integridad ejemplar, sumamente sensible a los problemas sociales del país, ejemplo de madre, abuela y bisabuela.
Doña Aida como compañera de nuestro querido y recordado don Fello Bonelly, que ostentó posiciones de relevancia, siempre estuvo a su lado en las jornadas de trabajo y se entregaban al país con entusiasmo y vocación de servicio, agregó.
Franco Llenas, casado con una sobrina de doña Aida, dijo que esta era un ser ejemplar y maravilloso que todos debemos tener como referente.
A doña Aida le sobreviven sus cuatro hijos: Luisa Amelia, esposa de Rafael Hernández Mota; Rafael Francisco, casado en primeras nupcias con Lucía Ricart Pellerano (fallecida) y actualmente casado con Margarita Casals; Juan Sully, casado con Pura Alvarez; y Aida Mercedes, casada con Reynaldo Bisonó.
Son también sus deudos su hermano Cosme Batlle, sus cuñadas Maqui Batlle de Batlle y Francia Pichardo viuda Batlle y su prima la doctora Asela Morell. Hasta el día de su fallecimiento se le contaban 15 nietos, 36 biznietos y un tataranieto.
Durante sus últimos años de vida y hasta el momento de su partida de este mundo, el cuidado de su salud estuvo a cargo del doctor Dagoberto Güilamo. También era responsabilidad de Ramona Almonte, su empleada de toda una vida.
Para el sacerdote Jara, de la Casa de la Anunciación, doña Aida fue una gran mujer, siempre interesada por la situación política y social del país.
Ella me enseñó muchas cosas de la República Dominicana y a la vez ha luchado mucho por su vida en estos últimos años, pero con un corazón que manifestaba su fortaleza espiritual, expresó.
Su hermano Cosme, al pronunciar el panegírico, dijo que ayer era un día de mucha pena pero al mismo tiempo de alegría, porque el Señor le dio la dicha de disfrutar de doña Aida, de un ser querido, durante todo un siglo.
Agradeció a Susana Hernández de Garrido, su nieta, que con su adoración y esmero le facilitaba su existencia y un agradecimiento especial para Ramona, quien por largos años fue su compañía, enfermera y administradora.
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Sus orígenes
Doña Aida, quien era biznieta del prócer Ulises Francisco Espaillat, nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros el 28 de julio del año 1909, fruto del matrimonio entre los señores Juan Francisco Batlle Espaillat y Amelia Dolores Morell Espaillat, quienes contrajeron nupcias el 23 de junio del año 1906.
Compañera
Como compañera del ex presidente Benelly le tocó vivir junto a él momentos muy difíciles durante los primeros años de la tiranía trujillista a causa de las persecuciones políticas de que fue objeto y los apremios económicos.
