Reclama a gobernantes buscar salidas a conflictos

Reclama a gobernantes buscar salidas a conflictos

CIUDAD DEL VATICANO (AP).- El papa Juan Pablo II exhortó el domingo a los gobernantes del mundo a que resuelvan los conflictos en Irak, el Medio Oriente y en Africa, y oró en su mensaje de Pascua de Resurrección para que la esperanza supere el fenómeno «inhumano» y creciente del terrorismo.

Asimismo instó a que todos los hijos de Abraham _el patriarca bíblico considerado el padre de la cristiandad, el Islam y el judaísmo_ a que «descubran la fraternidad que los une y los mueva a propósitos de cooperación y de paz».

«Que la tentación de la venganza abra paso a la valentía del perdón; que la cultura de la vida y del amor haga vana la lógica de la muerte», destacó el pontífice.

Juan Pablo envió el mensaje en su tradicional bendición «Urbi et Orbi» _ en latín «a Roma y el mundo», al celebrar la Misa de Resurrección en el atrio de la Basílica de San Pedro, engalanado de flores, ante decenas de miles de personas.

El Domingo de Resurrección conmemora en la tradición cristiana el día en que Jesucristo resucitó entre los muertos después de su crucifixión.

Este año, la celebración católica coincidió con el calendario ortodoxo, hecho que fue destacado por Juan Pablo, quien expresó esperanza de que un día las dos iglesias puedan celebrar la Semana Santa juntas.

El jefe de la iglesia ortodoxa rumana, patriarca Teoctisto, se hizo eco de la exhortación al señalar que «no puede haber un don más divino que el de celebrar las Pascuas al mismo tiempo».

En Estambul, jefe espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo, patriarca ecuménico Bartolomeo I, dijo en su mensaje pascual que la festividad despertaba esperanzas a pesar del «fanatismo» religioso y la muerte de inocentes en guerras y conflictos.

En un mensaje enérgico y claro pese a la intensa actividad de ceremonias por Semana Santa, Juan Pablo instó a los fieles a que encuentren el valor para oponerse a los males que afligen al mundo actual.

«Que encuentre, en particular, la fuerza para hacer frente al inhumano, y por desgracia extendido, fenómeno del terrorismo, que niega la vida y vuelve perturbada e insegura la existencia cotidiana de tanta gente trabajadora y pacífica», dijo el papa.

Instó a los gobiernos y a las instituciones nacionales e internacionales a que aceleren la superación de las dificultades actuales y favorezca el progreso hacia una organización más ordenada y pacífica del mundo.

«Que los líderes mundiales confirmen y consoliden sus esfuerzos para lograr una solución satisfactoria de los conflictos que perduran, que ensangrientan algunas regiones de Africa, Irak y Tierra Santa», destacó.

El viernes, el pontífice de 83 años, que padece el mal de Parkinson, presidió una ceremonia nocturna de la Pasión de Cristo en el Coliseo de Roma, en medio de bajas temperaturas.

El domingo, bajo un cielo nublado, Juan Pablo celebró una misa con la participación de muchos cardenales en el atrio de la basílica, cuya escalinatas estaban decoradas con tulipanes rosados y narcisos amarillos.

El pontífice envió un mensaje de Pascua en 62 idiomas, incluso en arameo, hebreo, hindi y maorí, en medio de la algarabía de la multitud congregad en la Plaza de San Pedro.

La ceremonia se realizó en medio de intensas medidas de seguridad. Los carabineros revisaban las carteras y bolsas de los feligreses y turistas que ingresaban a la plaza circundada por patrulleros de la policía.

La jubilosa celebración de Roma contrastó con las discretas festividades de Pascua en Jerusalén, donde centenares de palestinos cristianos y peregrinos extranjeros asistieron a misa en la Iglesia del Santo Sepulcro, construida sobre una colina rocosa donde la tradición indica que Jesús fue crucificado.

La concurrencia fue escasa en la iglesia católica de la Virgen María en Bagdad, donde un centenar de católicos caldeos celebraron la misa.

En Moscú, el patriarca ortodoxo ruso Alexy II oró en particular por las víctimas de la explosión de metano en una mina de carbón siberiana que dejó un saldo de por lo menos 40 muertos y siete desaparecidos.

En Londres, el arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, jefe mundial de la comunión anglicana, dijo que el mundo no debe olvidar a los que mueren en lugares frecuentemente olvidados como ciertas naciones africanas.

La Pascua fue jubilosa en Grecia, donde los cristianos ortodoxos festejaron con fuegos artificiales.

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