Por M.  ARISTY CAPITAN
El lingüista y pensador estadounidense Noam Chomsky afirmó ayer que cuestionar las infracciones a los derechos humanos constituye una urgencia particularmente significativa en un mundo que enfrenta serios desafíos hasta para sobrevivir. Chomsky habló en esos términos tras recibir un Doctorado Honoris Causa en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC).

Aseguró que cualquier infracción a los derechos humanos es un crimen muy serio y las universidades modernas están llamadas a crear conciencia en torno a este tema.

Es que, apuntó, ese era el objetivo del creador del sistema universitario moderno, Wilhelm Freiherr von Humboldt (el fundador de la Universidad de Berlín), quien sostenía que cuestionar las violaciones a los derechos humanos constituye parte de la propia esencia del ser humano.

Posteriormente, Chomsky lamentó que la humanidad esté muy lejos de lograr el objetivo de defender los derechos humanos. «El objetivo está bastante lejos de ser realizado. Hay muchos obstáculos en el camino pero no debemos cuestionar la justicia de su causa o de su urgencia. La urgencia es particularmente significativa hoy porque la especie humana enfrenta desafíos sin precedentes y lo hace con mucha celeridad. Algunos de esos desafíos tienen que ver hasta con la sobrevivencia humana en sí».

Hablando en inglés, y tras disculparse por su escaso dominio del español, Chomsky apeló a la igualdad de la humanidad: «he tratado de demostrar desde hace 16 años que si científicos de Marte nos estuvieran visualizando tendrían el mismo concepto que tenemos nosotros de los sapos: que todos los que estamos aquí hablamos el mismo idioma».

Por ello, entiende, las diferencias son mínimas: «también pensarían que todo lo que está en nuestras cabezas, en las cabezas de cada uno de nosotros aquí en el mundo, es lo mismo; la diferencia sólo tiene que ver con cosas de la periferia y de cómo salen de nuestra boca».

A pesar del tiempo, Chomsky sostuvo que la gente aún no ha entendido esto. «He tratado de caminar hacia esa meta pero serán la labor de futuras generaciones las que completen ese trabajo».

Posteriormente, Chomsky agradeció el reconocimiento del INTEC. «Está de más decir que estoy muy agradecido por el honor que se me ha conferido el día de hoy. Siempre es un honor y un privilegio estar asociado con una universidad tan importante como esta. Es una tradición maravillosa que tiene muchos años».

Este doctorado, apuntó, le recordó al último que recibió de en la universidad más vieja de Europa: la de Bolonia. Al hablar de las universidades de hoy, Chomsky dijo que aunque pueden tener algunas faltas siguen contribuyendo en gran medida con el desarrollo de la civilización humana.

Chomsky pronunció estas palabras en el breve discurso que pronunció durante la entrega del doctorado, un acto que estuvo presidido por el rector del INTEC, Miguel Escala; la secretaria de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, Ligia Amada Melo de Cardona; y Bernardo Vega, presidente de la junta de regentes del INTEC, quien dio apertura formal a la ceremonia.

El discurso central fue pronunciado por el rector, Miguel Escala, quien valoró la vida de Chomsky mientras hacía un recuento del devenir de este gran intelectual. Para comenzar, Escala señaló que como defensor de los derechos humanos Chomsky es en sí mismo un símbolo y una expresión de libertad.

Por eso el INTEC decidió entregar este doctorado, una distinción que otorga por segunda vez en los casi 34 años de historia que tiene la academia

Respecto a la vida de Chomsky, Escala resaltó que el lingüista escribió su primera «pieza protestataria» a los diez años ante la caída de Barcelona: en aquellos años (en 1938) temía la expansión fascista.

Al crecer viendo las dos guerras mundiales, Chomsky se convirtió en gran cuestionador de las guerras y las atrocidades que se cometen en ellas. Por ello no dudó en criticar la guerra de Vietnam en los años 60’s al igual que lo ha hecho ahora con la de Irak.

Respecto a sus aportes y a su extensa obra, Escala resaltó que Chomsky es el fundador de la gramática generativa transformacional, que fue el propulsor de un programa minimalista para el análisis del lenguaje y que desarrolló un sistema de análisis lingüístico que sirvió de elemento base para crear el lenguaje de las computadoras.