POR LOYDA PEÑA
El hemiciclo de la Cámara de Diputados se convirtió ayer en un foro público para denuncias y demandar acciones del gobierno en el que expusieron, incluso, legisladores del propio partido oficialista utilizando los turnos previos de la sesión.

La más dramática queja la externó la diputada Isabel Bonilla, quien incluso lamentó haber aceptado la «imposición» del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) para que representara al municipio Río San Juan.

Dijo que ha estado clamando para que a ese pueblo «que determinó el triunfo de Leonel Fernández en el 2004» con ella a la cabeza, se le resuelvan por lo menos los problemas más perentorios, sin que nadie en el gobierno se haya sensibilizado con su clamor.

Denunció que a pesar de ser una comunidad que vive del turismo y de las promesas que le hizo el presidente Fernández, Río San Juan carece de sistema sanitario y calles asfaltadas, y es afectado por bajo voltaje en el sistema energético «y por si fuera poco, la única obra terminada, el acueducto, no ha dado los frutos esperados».

Agregó que, además, de los dos  mayores atractivos turísticos de la comunidad, que son la Laguna Gri-Gri y Playa Grande, la primera muere abandonada y la segunda ha sido afectada por la extracción de arena para hermosear la playa de Cabarete. Deploró que no obstante la inversión millonaria hecha por el gobierno en toda la costa que abarca desde Puerto Plata hasta Samaná, no se haya tomado en cuenta la penosa situación de Río San Juan.

Bonilla se quejó de que ha hecho esfuerzos por obtener una cita con el secretario de Medio Ambiente para ver si se ejecuta algún programa del Banco Interamericano de Desarrollo para el rescate de la laguna, sin resultado positivo alguno.

También lamentó que el secretario de Turismo argumente que por tratarse de un municipio pequeño, no aporta divisas.

Afirmó que se siente impotente porque la gente que creyó en ella y que cree que ella tiene poder porque está «pegada con el presidente de la República, que es el gobierno de mi partido, cuando en realidad a través de mí no puedo llevar solución a sus problemas».

«Quizás hubiese sido mejor mantener mi posición de no volver a aspirar a cargo electivo, o quizás hubiese sido políticamente mejor para mí mantenerme como diputada por Santiago de los Caballeros, porque es una provincia menos demandante, pero no es fácil ir en una boleta impuesta por el partido para generar la esperanza de un pueblo en una diputada y que ahora ésta no pueda dar la cara para resolverle sus problemas porque muchos funcionarios del gobierno son indoltes e insensibles», dijo, llorosa, la diputada peledeísta.

Otro denunciante fue el diputado del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) Celestino García Peña, presidente de la Comisión de Fronteras, quien llamó a los legisladores de las demás bancadas para que rechacen a unanimidad la eliminación de la ley de incentivo a las zonas francas fronterizas.

Deploró que el gobierno se proponga desfavorecer a los sectores turísticos de menor incidencia y a potenciales polos turísticos que como Montecristi y Pedernales, dijo, son la esperanza del desarrollo de los pueblos fronterizos.

«La eliminación de la ley de incentivos a las zonas francas establecidas en la frontera es una violación al marco jurídico y un atentado a la inversión extranjera en el país, porque la frontera, pese a sus limitaciones y a su pobreza, también es parte de la nación, por eso  pido a mis colegas de todos los partidos que le demos un voto enérgico de rechazo a los propósitos del gobierno en ese sentido», expresó.

De su lado, el diputado Carlos Martínez Arango, del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), alertó sobre los supuestos propósitos del secretario de Turismo, Félix Jiménez, de demoler las instalaciones del estadio «José Briseño», de Puerto Plata, para alegadamente construir oficinas en esos terrenos.