Reclaman Ayuntamiento SDE termine obras

Reclaman Ayuntamiento SDE termine obras

La Junta de Vecinos de  la Cañada de Villa  Duarte reclamó ayer la terminación de los trabajos de reconstrucción de las aceras y contenes en la avenida  España y la cabecera del puente Matías Ramón Mella, cuyas labores fueron iniciadas por el ayuntamiento  Santo Domingo Este el año pasado y están paralizadas desde noviembre.

Los trozos de cemento y la falta de canalización para las aguas está causando inconvenientes a los transéuntes y conductores.

Manuel Féliz, vicepresidente de la Junta de Vecinos, explicó que el ayuntamiento que dirige Juan de los Santos destruyó el pavimento para hacer uno nuevo, pero que ha dejado todo a medio talle desde hace cuatro meses.

Dijo que se han cansado de reclamar la terminación, pero cuando van al ayuntamiento no le dicen nada, por lo que presumen  que no tienen recursos.

Sostuvo que se habló de incluir a ese sector en el programa de presupuesto participativo, pero que se han quedado esperando a las autoridades.

“Nos han dicho que al barrio se le iban a hacer mejoras , que iban a reparar la cañada, las aceras y contenes, pero nada de eso, ellos se paran así porque sí”, expresó Féliz.

El dirigente comunitario sostuvo que cuando solicitan explicaciones en el ayuntamiento el síndico Juan de los Santos nunca está disponible.

Manifestó que ha habido inconvenientes por causa de los pedazos de concreto dejados en las aceras y la isleta central desde la escuela Socorro Sánchez hasta la autopista Las Américas, incluso en  la parte de la cebecera del puente Matías Ramón Mella.

Demandó del síndico que concluya los trabajos lo antes posible, para evitar más accidentes e inconvenientes para transitar.

Cañada atenta contra  moradores VD

El dirigente de la Junta de Vecinos de Villa Duarte, Manuel Féliz, también reclamó del síndico la terminación de una parte del muro de la cañada del lugar que amenaza con derribar el encache.

Informó que se construyó un muro a ambos lados de la cañada, pero que  faltó un espacio de unos cinco metros, por lo que las aguas se desvían y  erosiona la construcción que en cuaquier momento se cae.

Dijo que  tienen que soportar malos olores y  alimañas que salen de la cañada, además del peligro que representa el callejón  que da acceso a varias viviendas porque se está derrumbando.

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