Hoy 
POR GERMAN MARTE
Diecisiete años después del asesinato de la ex juez Hilda Argentina Martínez Calderón, sus familiares aún claman justicia y deploran que los tribunales dominicanos no hayan podido juzgar y condenar definitivamente a los implicados en el hecho de sangre que costó la vida a su pariente, pese a que existen pruebas contundentes.
Resaltaron que a 17 años del asesinato de la doctora Martínez Calderón no hay nadie detenido, pese a los esfuerzos desplegados por familiares y amigos para que se haga justicia y los responsables de tan bochornosa y dolorosa acción reciban un ejemplarizador castigo haciéndoles caer todo el peso de la ley.
Recordaron que el homicidio contra la magistrada fue cometido el 26 de enero de 1989, y su cadáver encontrado en la avenida España el 18 de febrero de ese mismo año.
Días después de la muerte de la jueza, sus familiares se querellaron contra el ingeniero Valerio Severino, ex esposo, contra el alguacil Salvador Laureano Figueroa. En relación al caso la policía interrogó al ciudadano italiano Emilio Capozzi, quien tenía arrendado un solar de la doctora Martínez Calderón.
Al momento de ser asesinada, la doctora Hilda Argentina Martínez Calderón (Tina) era juez suplente de Paz del Juzgado de la Séptima Circunscripción, en Villa Mella. Según la PN, el ingeniero Severino era el principal sospechoso del crimen. Pero poco después los tres implicados en el expediente recobraron su libertad.
El caso ha sido reenviado en más de 80 ocasiones, mientras los familiares de la víctima dicen estar desesperados, y afirman que no es posible que los culpables del crimen estén sueltos, que no haya nadie detenido.
Tras deplorar la muerte de su pariente, manifestaron que la impunidad es caldo de cultivo para la comisión de otros hechos de sangre que cuestan la vida a ciudadanos útiles a la sociedad.
No obstante, consideraron que aún hay tiempo de enmendar las cosas y el caso de Martínez Calderón debe ser retomado seriamente para sembrar un gran presente en la sociedad dominicana.
Julio César Martínez, dijo que el caso del asesinato de su hermana sigue siendo un reto importante para la administración de una justicia sana, toda la colectividad nacional aguarda su esclarecimiento, no obstante el tiempo transcurrido, pues el propio Padre de la Patria ha dicho que el crimen no prescribe nunca.
Los familiares de la doctora Martínez Calderón formularon un llamado al Ministerio Público, a los jueces y a la Asociación Dominicano de Abogados, para que contribuyan a la solución del caso.
