Aunque la Ley de competitividad e Innovación Industrial ha sido un paso importante para las industrias, no ha sido suficiente para resolver las dificultades que enfrenta, debido a que dicha legislación no ha sido aplicada de manera cabal. La razón es que no han sido dictadas todas las normas y reglamentos que son necesarios para ponerla en vigor.
Así lo consideró este lunes la Asociación de Industrias de la República Dominicana, en respuesta a lo expresado por el director del Consejo Nacional de la Competitividad, Andrés Van der Horst.
La AIRD considera que la Ley de Competitividad no puede resolver problemas tan acuciantes para los sectores productivos como son el acceso al financiamiento, el alto costo de la electricidad, el aumento de los costos de las materias primas a nivel internacional y el aumento de los combustibles, señaló Manuel Díez Cabral, presidente de AIRD.
Sostuvo que siempre ha mostrado voluntad y disposición a ayudar no sólo a las empresas a mejorar sus prácticas internas y aumentar su producción, sino también a trabajar conjuntamente con el sector público para resolver los problemas estructurales que afectan nuestra economía. Tras externar sus consideraciones a través de un comunicado, Díez Cabral consideró que la difícil coyuntura actual no sólo afecta al sector industrial, sino también a toda la nación.
Nuestras preocupaciones van más allá de los problemas coyunturales que tiene el sector industrial. Se refieren más bien a cómo llegar a un consenso nacional de las políticas que nos permitan mantener nuestra estabilidad macroeconómica y disminuir el creciente déficit de la cuenta corriente de la Balaza de Pago. Advirtió que si los correctivos en la misma no se hacen de manera urgente, ese déficit podría llegar a niveles insostenibles al terminar el año.
Agregó que están concientes del rol que deben jugar las empresas dentro del esquema de libre comercio, pero consideró que la situación económica que vive el país no puede ser enfrentada sin el trabajo conjunto de los sectores público y privado.