Madres y esposas de los soldados dominicanos que se encuentran en Diwaniya, en Irak, pidieron a Dios que proteja la vida de sus parientes y al presidente Hipólito Mejía que los traiga de regreso a sus casas.

El campamento donde se encuentran los soldados dominicanos fue atacado por cuatro tiros de mortero que cayeron en un hospital civil iraquí, cercano al campamento. Los disparos no ocasionaron daños físicos a los soldados, ni tampoco al interior del edificio.

«Cada vez que oigo una noticia de esa naturaleza, quiero que mi hijo venga. Todos los familiares estamos desesperados,» expresó Amarilys Altagracia Reynoso Jiménez, madre del sargento Amaurys Isaac Restituyo Reynoso.

Reynoso Jiménez dijo a HOY que después que su hijo se marchó hacia Irak no ha tenido paz.

Afirmó que está consciente de que su hijo se encuentra en una situación muy peligrosa, pero no todo lo considera negativo, en el sentido de que la salida de su vástago la ha acercado a Dios.

«La oración me ha dado mucha fuerza», expresó la señora Reynoso Jiménez.

Mientras que Claudia Perdomo, esposa del raso Robinson Bolívar Perdomo Cuevas, del Ejército Nacional, y quien reside en el sector de Herrera, de esta capital, dijo que le disgustó que su marido se haya tenido que marchar a otro país, al que desconoce, y ni siquiera sabe de su cultura, a luchar por causas ajenas a la patria dominicana.

Ante esta situación, dijo que se revelaría ante cualquier superior suyo, en caso de que fuera militar, aunque esto le costara 15 años de prisión.

Lamentó que su esposo no pensara así, puesto que el sueño de Perdomo Cuevas era ir a la guerra y «por eso se enganchó».

Define a su esposo como ejemplar y afirmó que le hace mucha falta, tanto a ella como a su hija de seis meses, «que seguramente no lo conoce, porque se fue desde que tenía un mes y días».

«Me hace falta que venga. Me trataba muy bien, aún cuando hablamos por teléfono siento su ternura hacia mí. Me hace mucha falta,» dijo la joven Perdomo.

Dijo que en ocasiones teme por la vida de su esposo, pero dijo que cree firmemente en Dios, y que a Él le encomienda la vida de su marido y de todos sus compañeros.

No obstante, considera que el gobierno debe traer devuelta a los soldados dominicanos.

«Pienso que Hipólito debe mandar a buscar a los soldados. El militar dominicano no puede pelear en otro sitio que no sea el nuestro. Aquí sí, todos debemos pelear por nuestro país,» expresó.

De la misma manera piensa la señora Evangelista Roribio Jerez, madre del sargento Javier Canario Toribio, quien dice que está atada a Dios, Para que su hijo regrese con vida. Su situación es difícil, ya que reside en la provincia de Dajabón, se encuentra enferma y no quiere pensar que su vástago sea víctima de la desventura.

[b]EL ATAQUE [/b]

Al menos tres iraquíes, entre ellos dos niños, resultaron heridos en la madrugada de ayer, entre ellos dos niños, a consecuencia de un ataque con cinco granadas de mortero, de 60 milímetros contra la base en la que están los militares dominicanos, en la localidad de Diwaniya, capital de Al Quadisiya.

Los soldados se encuentran comandados por el coronel Ángel Camacho Ubiera, quien dijo a la agencia española de noticias EFE, que al parecer la guerrilla ha tomado un nuevo rumbo y ha elegido objetivos diferentes.

En la brigada Plus Ultra, al que pertenece el batallón dominicano Fuerza de Tarea Quisqueya, el que está integrado un contingente de 1,300 soldados, en el que participan además, Honduras, Nicaragua y El Salvador, los cuales forman de una división que comanda España.

[b]SOTO JIMÉNEZ[/b]

El secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general José Miguel soto Jiménez, dijo que los soldados dominicanos comenzarán a regresar al país a principios de febrero próximo, luego de que el presidente Mejía lo disponga.

«Nosotros somos miembros de una coalición y los militares fueron enviados por un tiempo establecido, que al agotarse comenzarán a regresar», dijo Soto Jiménez, que aclaró que en el ataque las granadas cayeron fuera del perímetro donde se encuentran las tropas dominicanas.

Dijo que hasta al momento no se ha determinado el envío de un nuevo contingente en sustitución de los que regresarán.