Reclamo de más ingresos

<p>Reclamo de más ingresos</p>

Los empresarios representados en el Comité Nacional de Salarios han estado firmemente adheridos  al criterio de que la ley sólo da facultad a ese organismo para disponer  alzas a los sueldos mínimos de los diferentes sectores de la economía.

Pero la  contraparte constituida  por dirigentes sindicales no ceja en su reclamo de que la entidad reguladora, en la que confluyen empleadores, trabajadores y el gobierno, llegue más allá y disponga una elevación para todos los salarios hasta 30 mil pesos mensuales.

De un lado, los patronos levantan una atendible razón legal para mantenerse en su posición; pero  la legitimidad  de la demanda esgrimida en nombre del débil sector laboral no puede ser ignorada. Más bien debería ser la base para que las partes negocien y concilien sus puntos de vista.

La posibilidad de un acuerdo que vaya más allá del esquema que rige al citado comité no puede descartarse; y si así ocurriera no sería la primera vez que, en base a un pacto obrero-patronal, se emitiera  una resolución disponiendo un alza general de salarios como compromiso excepcional.

– II –

Habría que tomar en cuenta dos situaciones dramáticas: los salarios mínimos de República Dominicana siempre han estado situados por debajo del costo de la vida real; de lo que  concretamente le cuesta a una familia satisfacer sus necesidades elementales de educación, salud, alimentación, transporte y recreación.

Aun cuando las necesidades cambian de una familia a otra, y unos dominicanos se enfrentan a situaciones familiares y personales que exigen más ingresos  que otros, el verdadero salario mínimo tiene que garantizar condiciones para la supervivencia que en la actualidad no existen para el hogar promedio.

Las posibilidades de acrecentar  el ingreso familiar se redujeron severamente después del desastre económico y social originado por las quiebras bancarias y las alzas del petróleo de los comienzos del decenio.

Miles de pequeños negocios, formales e informales, desaparecieron en los últimos cuatro años. Y no es tan frecuente que en cada hogar humilde ambos cónyuges aporten al poder adquisitivo de la familia. El desempleo y la marginación han tocado muchas puertas.

Además, la necesidad de más ingresos de hoy no puede medirse solo a partir del índice inflacionario de los últimos meses. Sobre la pobreza de millones de dominicanos gravita un severo aumento acumulado del costo de la vida.

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