Reclamos y violencia siguen  en Medio Oriente

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Occidente ya comenzó a pagar, con el petróleo, el precio económico de las convulsiones sociales y políticas que sacuden al Medio Oriente y el Magreb, donde  los gobernantes autoritarios de seis naciones resisten con violencia  los pedidos de reformas.

EL CAIRO. AFP. Estos son los últimos acontecimientos ocurridos en Medio Oriente y el Magreb, donde la ola de protestas sin precedentes ha sido reprimida a veces de manera sangrienta por los regímenes autoritarios.

Siria: Las autoridades sirias decidieron derogar el estado de emergencia, vigente desde hacía casi medio siglo, que restringía las libertades públicas. El presidente Bashar al Asad hablará «muy pronto» a su país. Refuerzos militares entraron en Latakia, ciudad de población multiconfesional al noroeste de Siria, tras los violentos enfrentamientos del sábado, en los que murieron 12 personas, de ellos 10 policías, según las cifras oficiales.

Jordania: El Parlamento anunció haber rechazado los llamados a instaurar una monarquía constitucional, mientras el rey Abdalá II pidió que se mantenga la unidad nacional. Cerca de un millar de personas participaron de manera pacífica cerca de Amán en el entierro del jordano muerto el viernes durante los enfrentamientos de opositores al régimen con las fuerzas de seguridad. Era la primera muerte en Jordania relacionada con las manifestaciones celebradas desde hace tres meses para reclamar reformas.

Bahréin: El primer ministro iraquí Nuri al Maliki advirtió el sábado que la «intervención» en Bahréin, de mayoría chiita, por los vecinos sunitas de este reino del Golfo podría provocar una guerra sectaria en la región.

Argelia: La policía argelina volvió a impedir un intento de manifestación.

Saleh sigue aferrado al poder

SANA (AP) — El presidente de Yemen, aferrado al poder a pesar de semanas de protestas, retiró el domingo su ofrecimiento de renunciar a fin de año, al tiempo que extremistas islámicos aprovecharon la decaída seguridad para tomar control de otro poblado del sur del país. 

Los opositores al presidente Alí Abdalá Salé —un grupo que comenzó con estudiantes universitarios y que creció con la inclusión de desertores del ejército, políticos, diplomáticos e incluso con la tribu de Salé— rechazaron la oferta que hizo el mandatario la semana pasada para dimitir a fin de año.

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